29 de diciembre de 2021-2: 12 p.m.
Los cubanos se han quejado durante mucho tiempo del estado de los cementerios y hechos como pérdida de cadáveres, robo de huesos, lavabos, jardineras e incluso flores.
Ataúdes desarmados por la podredumbre de los materiales con los que están hechos, huesos y vestimentas de los muertos esparcidos, pequeños nichos en los que se mezclan los restos, son la visión de la «normalidad» de cementerios cubanos como el de Colón, en La Habana. Con estas imágenes son quienes estos días visitan el cementerio más grande de la Isla, de gran valor patrimonial y declarado Monumento Nacional en 1987, según un artículo en DIARIO DE CUBA.
Un trabajador de la necrópolis habanera que habló bajo condición de anonimato a la prensa independiente explicó que esto ocurre «cuando se hacen exhumaciones dos años y un día» después del entierro.
“Algunas brigadas tienen que recogerlo, pero a veces pasan días y semanas”, agregó la fuente. Admitió que este tipo de imágenes «se pueden ver todos los días» e incluso las presentó como «normales».
Los cubanos se han quejado durante mucho tiempo del estado de los cementerios y de lo que sucede dentro de ellos. Desde la pérdida de cadáveres, el robo de huesos, lavabos, jardineras e incluso flores.
En abril de este año, el Gobierno de La Habana negó que huesos humanos fueran arrojados a la basura en el Cementerio de Colón, según informó un usuario en las redes sociales.
El gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, dijo que unas imágenes difundidas datan de 2010, cuando los servicios necrológicos limpiaron las bóvedas estatales con restos de fallecidos que habían sido abandonados por sus familiares, hace más de una década, publicó el entonces Diario Oficial de la Tribuna. de La Habana.
Los medios estatales omitieron que Enrique Varona, quien compartió las imágenes en Twitter, aclaró que las fotos eran de 2015, pero denunció que «la situación sigue igual hoy». DIARIO DE CUBA publicó en enero de 2020 imágenes que mostraban también ataúdes abiertos y restos humanos en las calles del Cementerio de Colón.
FUENTE: REVISTA DE CUBA