Los Beatles escribieron, en 1968, la canción «La felicidad es un arma caliente», y, desde entonces, se ha especulado sobre su significado, ¿habla de consumo de drogas, de deseo sexual? Lo cierto es que la felicidad puede significar tantas cosas como personas hay en el mundo. Si es así, ¿es un tema literario? Para Juan Pablo Villalobos (Jalisco, 1973), sí lo es. Y no sólo eso, hoy cualquiera puede escribir, y hay que romper con la idea elitista de que el arte es cosa de “genios”.
En su nuevo libro, barbería y rotulación (Anagrama, 2022), ofrece una exploración sobre la felicidad, la vida doméstica, el amor, la ternura, la alegría y el humor, a partir de profundas reflexiones sobre el oficio de escribir.
Juan Pabloel protagonista de la novela, decide un día que, además de vigilante de supermercado, es un autor al que le ha llegado el momento de contar su vida en la que, al parecer, no hay nada más interesante que ir a recoger a sus hijos al colegio , manejar el papeleo que le encomendó su esposa, y tratar con un acosador y una estilista que hace mal su trabajo.
“Tuve la idea de escribir un libro que explorara los conceptos de felicidad y utopía, hablara de lo que significan y cómo los contamos; está la idea de que solo el dolor, la crisis y la violencia son temas de la literatura. Entonces, ¿cómo? ¿Cuentas una historia feliz sin frivolidades? ¿Cómo puede ser este un libro que cuestione esa realidad?”. dice en una entrevista.
La felicidad, añade, está asociada a la estabilidad en la que no pasa nada. “Lo que sí que nos asusta es pensar que somos frágiles, vulnerables, precarios y que todos vamos a morir; la estabilidad, entonces, es una forma de negar esos miedos; en cambio, políticamente, es un pensamiento conservador ., que nada cambia porque lo más importante es que haya estabilidad económica, pero ¿a qué costo?, en la vida también pagamos costos, pretendemos que todo esté bien a pesar de que nuestra relación de pareja, trabajo, familia. , no funcionan, pero tenemos más miedo de cambiarlos y mostrarnos vulnerables”, dice.
Para Villalobospor mucho que hable de felicidad, de sentimientos positivos como la ternura, la solidaridad, la convivencia, el amor, a continuación se encuentran los temas que siempre le han preocupado como las cuestiones de clase o por qué un sitio puede volverse problemático si no eres honesto con lo que dices .
La figura del escritor es otro de los temas abordados en este libro, al que se suele considerar un genio, un ser brillante, dotado de habilidades únicas. “No tienes que ser un genio, tienes que ser alguien atento, es decir, tienes que estar atento a lo que pasa a tu alrededor, no tienes que entender la realidad, sino salir de ti mismo para mirar otros. Quiero salir de mí mismo para mirar las cosas desde lugares que no son los míos y, desde ahí, escribir”, sostiene.
Y agrega: «Hay gente que se queja de que cualquiera puede escribir, como si hubiera nostalgia de los tiempos en que solo publicaban los genios, como Octavio Paz. Sin embargo, en esa nostalgia hay una idea del mundo muy elitista. Hoy también se dice que en las redes sociales cualquiera tiene una opinión, bueno, de qué sirve, si no lo hacemos todos, ¿entonces quién? ¿Los expertos? ¿Los expertos no tienen intereses? Para mí, todos podemos escribir y opinar, vivimos en sociedad, el mundo es de todos”.
En este sentido, Villalobos cuestiona lo literario: “Hemos creído que sólo las grandes historias, la guerra, el sufrimiento, la enfermedad, son literarias; no se considera que, en un día cualquiera, como mi personaje, pueda haber literatura. Llevamos un siglo cuestionándonos qué es el arte, vamos a un museo y criticamos las obras, pero es bueno que existan, Goya es genial, pero hemos evolucionado, hemos cambiado. ¿Quién decide que algo es buena literatura? ¿La academia, la crítica, las universidades, los medios de comunicación? «, El cierra.
DATOS
- 15 países han traducido sus novelas.
- 2003, año en que se fue a Barcelona.
- Es autor de obras como Fiesta en la madriguera, Si viviéramos en un lugar normal y te vendo un perro. Pues no le voy a pedir a nadie que me crea, ganó el Premio Herralde de Novela 2016.
- En 2018 publicó el libro de cuentos «Tuve un sueño», compuesto por diez cuentos sobre la migración de niños centroamericanos a Estados Unidos.
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