El USS Gerald R. Ford llegó al fiordo de Oslo para realizar ejercicios navales en el Ártico. Para Moscú es una provocación.
El USS Gerald R. Ford, el portaaviones más potente del mundo, apareció este miércoles en el fiordo de Oslo, la capital de Noruega. Y elevó la tensión entre Estados Unidos y Rusia, que de inmediato alzó la voz.
Noruega, miembro de la OTAN desde la fundación de la organización militar en 1949, teme desde hace meses la posibilidad de que Rusia ataque sus infraestructuras hidrocarburíferas en el Mar del Norte (principal ingreso económico del país) y los gasoductos que la conectan con países como Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido u Holanda.
La explosión del gasoducto Nordstream el pasado mes de septiembre, que no ha sido adjudicado oficialmente a nadie pese a las sospechas de que Rusia estaba detrás, puso en alerta a los noruegos.
La visita del portaaviones americano, de propulsión nuclear y la más avanzada de su flota, en plena guerra de agresión de Rusia contra su vecina Ucrania y cuando la OTAN refuerza su flanco oriental, aumenta la tensión con Moscú.
Pero es una muestra del compromiso de seguridad estadounidense con los países vecinos del Ártico, región donde chocan los intereses de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, la propia Noruega, Dinamarca (porque controla Groenlandia), Suecia y Rusia. y en que China tiene un papel cada vez mayor.
ejercicios navales
La visita del USS Gerald R. Ford (llamado así por el expresidente del mismo nombre, que gobernó tras la dimisión de Richard Nixon entre agosto de 1974 y enero de 1977) es la primera a Noruega de un portaaviones estadounidense y muestra cómo la OTAN ha estado proporcionando pruebas de garantías de seguridad a sus estados miembros durante meses.
La visita forma parte oficialmente de una serie de ejercicios navales que se realizarán junto a la Armada anfitriona a lo largo de la costa oeste y norte del país nórdico.
Los medios noruegos aseguran que el USS Gerald R. Ford navegará más allá de los límites del Círculo Polar Ártico y para las Fuerzas Armadas del país, según varios cables de la agencia, la visita es «una señal importante de las estrechas relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Noruega y un signo de la credibilidad de la defensa colectiva y la disuasión”.
La reacción de Moscú
Moscú lo ve de otra manera. La Embajada de Rusia en Oslo Criticó duramente la visita. «Considerando que se acepta en Oslo que Rusia no es una amenaza militar directa para Noruega, esta demostración de poder parece ilógica y dañina», dijo.
La diplomacia rusa también dijo que los temas que se discuten en el norte del Ártico «no requieren soluciones militares y no hay ningún problema que necesite una intervención externa».
Noruega tiene una larga frontera terrestre con Rusia y desde el inicio de la guerra, dada la reducción de las exportaciones de gas ruso a Europa, ha aumentado las propias.
El juego entre ambos países se dilucida tanto en estas exportaciones energéticas como en el control del Ártico. Buques militares noruegos y de otros países de la OTAN llevan meses monitoreando las actividades de supuestos pesqueros rusos en aguas de la zona económica exclusiva noruega donde se ubican las plataformas de extracción de hidrocarburos.
La visita del portaaviones estadounidense a Noruega conlleva alteraciones del espacio aéreo y marítimo. El gobierno noruego implementó una gran área de su espacio aéreo prohibida a cualquier sobrevuelo, así como la prohibición de navegar dentro de las decenas de millas náuticas del USS Gerald R. Ford.
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