Cuenta Curzio Malaparte en su libro “Malditos toscanos” que ante una sequía pertinente, los florentinos sacaron al santo en procesión para que lloviera. Y llovió. Llovió tanto que el río, desbordado, destruyó un puente sobre el Arno. Los florentinos volvieron a sacar al santo en procesión, le ataron una piedra al cuello y lo tiraron al río.
Europa se enfrenta a su peor sequía en los próximos meses desde que existen registros fiables, que en algunos países del bloque tienen dos siglos de antigüedad.
El verano pasado fue el más seco registrado y este invierno ha llovido y nevado muy por debajo de lo normal. Las sequías del año pasado dejaron, estima la Comisión Europea, decenas de miles de millones de euros en pérdidas de campo y los costos de transporte aumentaron porque los ríos y canales, parte de la importancia del Rin, en parte dejó de ser navegable en el centro de Europa.
Si el año pasado fue una pesadilla en cuanto a sequía, este 2023 va camino de ser aún peor porque el invierno ha sido en gran parte del continente yl más seco desde mediados del siglo pasado.
El final del invierno y el comienzo de la primavera marcan el momento en que las reservas de agua están más llenas, pero este año en muchas zonas parece que el verano está terminando. sequía de inviernoinusual, no permitió llenar estas reservas y la menor cantidad de nieve en invierno augura una menor contribución en forma de deshielo.
Las grandes potencias agrícolas europeas (Francia, España, Italia, Polonia, Bulgaria, Grecia) han reservas en este momento muy por debajo de lo habitual por la falta de lluvia este invierno.
En España son el 50%. Si no llueve de forma masiva en lo que resta de mes y en mayo, lo que no se espera según las previsiones, Europa se enfrenta a un verano de sequía con el agravante de que cuando empiece el verano las reservas ya estarán en niveles alarmantemente bajos .
El caso francés
El caso francés es especialmente grave. Además de los daños a la agricultura, decenas de reactores nucleares franceses Dependen del agua del río para su enfriamiento..
Si no hay suficiente agua o el agua que hay está demasiado caliente, como sucedió en algunos casos el verano pasado, los reactores deben cerrarse. Este año, entre enero y febrero, no llovió en Francia durante 32 días consecutivos.
¿Racionamiento?
El gobierno ya ha anunciado que el 150 litros de agua potable por persona y día no son sostenibles y que los hogares y la industria deben reducir su consumo.
La mayoría de los ayuntamientos tienen algún tipo de restricción, como la prohibición de llenar piscinas, regar jardines o lavar coches. Los prefectos, autoridades regionales al mando de París, tienen luz verde para imponer más restricciones.
La nieve de los Alpes, que alimenta a franceses, italianos, austriacos, suizos, eslovenos, está en su nivel más bajo ya que existen registros, según datos de la red europea de satélites Copernicus.
La última imagen de Copernicus tomada en los Alpes a principios de marzo muestra muy poca nieve en las laderas italianas y suizas, y las precipitaciones en el rango están por debajo de los promedios habituales de las últimas décadas.
El CCR de la Unión Europea (centro mixto de investigación científica) asegura que la situación de las reservas de agua y acuíferos en el norte de Italia, Francia y España «plantea preocupaciones respecto a lasuministro de agua para uso humano, agricultura y producción de energía.
Este informe asegura que el continente europeo y toda la región mediterránea sufrirán una situación límite este verano.
En España, la agencia meteorológica nacional, Aemet, advierte de una sequía «de proporciones extraordinarias». Los incendios, habituales a partir de junio, ya han comenzado, como en el sur de Francia.
Además de las zonas del sur de la Península Ibérica, acostumbradas a la sequía, Cataluña vive la situación más urgente porque la gran reserva de agua de Sau, que abastece a seis millones de personas en Barcelona y alrededores, está al 9% de su capacidad. España se encuentra en situación de sequía desde enero de 2022.
Italia vive una situación similar. La región del Po está en la peor situación desde hace más de 70 años y hay escasez de agua para la industria, la agricultura y la producción de energía. Millones de italianos en Lombardía o Piamonte podrían enfrentarse a restricciones de consumo si no llueve abundantemente en los próximos meses.
El Gobierno prepara un plan de 8.000 millones de euros para mejorar las infraestructuras de almacenamiento y transporte de agua y concienciar a la población sobre el ahorro.
Bruselas, especial para Clarín
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