El feminismo representa más que los deseos de unon grupo de mujeres. Y aunque cada uno vive un movimiento diferente según su lugar de origen, necesidades y posibilidades, al final la raíz es la misma: buscar soluciones a las situaciones de desigualdad a las que nos enfrentamos.
El discurso feminista ha buscado incluir a todos a través del diálogo y el debate en el activismo político y teórico. Pero hoy, ¿incorpora a las mujeres con discapacidad?
Incluso en una realidad donde se lucha por la equidad y la justicia, la discapacidad sigue siendo vista como algo ajeno. Es importante no dejar que nuestra posición de privilegio nos nuble, porque entonces estaríamos haciendo lo mismo que criticamos con el movimiento. Las personas con discapacidad merecen la protección de sus derechos. Pero esto no nos exime de evaluar el problema desde una perspectiva de género.
vivimos en uno sociedad androcéntrica, construida y diseñada por y para los hombres. No se trata de culpabilizar al otro sexo, sino de asumir las consecuencias que han traído las ideologías machistas y crear nuevas realidades donde se tengan en cuenta las necesidades de todos.
Uno de los objetivos de los colectivos de mujeres con discapacidad es visibilizar la doble discriminación que sufren por su género y condición. Por ejemplo, cuidar tu cuerpo se vuelve muy difícil cuando los sistemas de salud no están preparados desde el punto de vista de la accesibilidad para realizar estudios como las mamografías.
La inclusión se puede lograr si adoptamos un enfoque diverso, como lo hace el diseño inclusivo. En 2020, el Royal National Institute for the Blind de Londres (RNIB) diseñó un prototipo de prueba de embarazo con tecnología de sensores táctiles, para que las mujeres ciegas o con discapacidad visual puedan saber si están embarazadas de forma privada, sin depender de otra persona. . Nunca son los primeros en saber lo que les está pasando a sus propios cuerpos.
como dice eEl jefe de RNIB, Martin Wingfield: “El problema no se limita solo a las pruebas de embarazo, hemos escuchado historias de personas con pérdida de visión que no pueden acceder a su propia información médica. Desde el empaque del producto hasta la información financiera, todos tienen derecho a la privacidad y la dignidad».
El feminismo es una forma de estar en el mundo. Su poder radica en poner sobre la mesa la conciencia, única herramienta capaz de transformar realidades, porque lo que no se nombra y reconoce no se resuelve. Si buscamos caminar por el mundo en base a una ética que nos lleve a vivir en libertad, igualdad y respeto, entonces no podemos dejar de lado la discapacidad. Pensemos en esas personas a la hora de tomar decisiones, porque como dice Nuria Varela: “Si son los ojos de las mujeres los que miran la historia, no parece la oficial. Si son los ojos de las mujeres los que estudian la antropología, las culturas cambian de sentido y de color. Si los ojos de las mujeres son los que revisan las cuentas, la economía deja de ser una ciencia exacta y se asemeja a una política de intereses. Si las mujeres son las protagonistas, el mundo, nuestro mundo, el que creemos conocer, es diferente”.
Por María Milo
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