La ruptura del contrato para la venta de submarinos franceses a Australia, sustituida por Estados Unidos, ha provocado profundas heridas en Francia, donde se habla de «traición» y se hacen llamados a revisar las alianzas, un malestar expresado con la convocatoria. para consultas de sus embajadores en Washington y Canberra.
El presidente galo, Emmanuel macron, ha tomado una medida sin precedentes, ya que París nunca había elevado tanto la tensión diplomática con Estados Unidos, ni siquiera durante la Guerra del Golfo de 2003, cuando Jacques Chirac se puso el traje pacifista, o
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