En las zonas rurales de Argentina, las obras de acceso al agua contribuyen a una reducción significativa del trabajo infantil, reduciendo las horas dedicadas a tareas como la búsqueda y transporte de este recurso esencial.
Esto es señalado por un estudio reciente de Proyecto de impedimento de la OIT en Argentina , realizado en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que comparó el antes y el después de los proyectos especiales del programa ProHuerta -realizados por el INTA y financiados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación-, a través del cual Se han instalado diversas tecnologías para la captación, conducción, almacenamiento y distribución de agua. para uso integral, es decir, destinados al consumo doméstico, producción y riego.
El estudio destacó los efectos de estos trabajos en la reducción del trabajo infantil, que en las zonas rurales del país llega a 2 de cada 10 niños y niñas de entre 5 y 15 años y representa el 43,5 por ciento de los adolescentes de 16 a 17 años, según la Encuesta de Actividad de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA).
“La implantación de tecnologías de acceso al agua y su apropiación por parte de familias rurales y campesinas es fundamental para que los niños y adolescentes no deben perder el tiempo cargándolos, ya sea con fines productivos o para consumo en casa o para preparar alimentos y otras actividades de la vida diaria, dijo María Eugenia Figueroa, coordinadora nacional del proyecto «Fuera de juego: ¡marcando el campo!» OIT Argentina.
Figueroa señaló que «las mujeres son las que más asumen estas tareas, con el apoyo de niños y niñas». A su vez, resaltó “la importancia de generar evidencia y articular programas y estrategias de intervención que promuevan posibles soluciones a un problema común. ”.
Según la coordinadora de la OIT, «esta investigación representa un aporte fundamental para el diseño de políticas públicas que busquen pasar de los compromisos a la acción, como propone Naciones Unidas durante el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil».
El estudio y sus resultados
Luego de relevar los casos de 497 niños, niñas y adolescentes, distribuidos en 187 hogares en todas las regiones del país, la encuesta señaló que el acceso mejorado al agua redujo significativamente el promedio de horas semanales dedicada a diferentes tareas de transporte y abastecimiento de agua, que pasó de 4.88 a 2.33. Como resultado, la dedicación de niños y niñas a estas tareas ha disminuido notablemente, especialmente entre los de 5 a 12 años, cuya participación en el transporte acuático pasó del 14 al 3,8 por ciento.
Por otro lado, el 85 por ciento de las familias encuestadas considera que, a partir de la implementación de la tecnología, pudieron dedicarse más a la escolarización de sus hijos y niñas; y dar nuevos usos al agua, como alimentación, lavandería e higiene personal.
La educación es uno de los aspectos afectados cuando los niños y niñas asumen la responsabilidad de las actividades productivas. En estos casos, la continuidad educativa está en riesgo por falta de tiempo o cansancio. En este sentido, la encuesta mostró que el 4,5 por ciento de todos los niños y niñas entre 13 y 15 años, así como el 25,5 por ciento de todos los adolescentes, no asisten a la escuela.
Desde la implementación de los proyectos especiales del programa ProHuerta, se pudo pasar del 17 al 53 por ciento de hogares con agua corriente en el interior, mientras que todas las familias involucradas en estos proyectos ahora tienen acceso al agua dentro de su propiedad, lo que reduce el tiempo requerido para obtener y transportar agua.
“La asociación con la OIT es fundamental”, dijo Diego Ramilo, director del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Agricultura Familiar (CIPAF) del INTA, quien destacó que Los más de 550 proyectos especiales del programa Prohuerta han beneficiado a 16.000 familias e hizo posible la instalación de diversas tecnologías para la captación, conducción, almacenamiento y distribución de agua para uso pleno.
Para Ramilo, el estudio “permite desnaturalizar en diferentes sectores lo que significa el trabajo infantil y profundizar en las políticas públicas, ministerios y agencias del INTA, ya que esta problemática es fundamental en la tarea de atender las necesidades y derechos básicos de las poblaciones rurales. Es uno de los retos más importantes que tenemos como país ”.
Sobre el proyecto Offside
Liderado por la oficina de país de la OIT y con la participación de una amplia red institucional, el proyecto «Fuera de juego: ¡demarcando el campo!» Tiene como objetivo generar conocimiento y políticas públicas para erradicar el trabajo infantil en zonas rurales de Argentina en el marco del Plan Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente (2018-2022).
El proyecto Offside es financiado por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDOL), en el marco de diferentes iniciativas que tienen como objetivo generar evidencia para la formulación e implementación de políticas específicas para combatir el trabajo infantil y forzoso, así como apoyar acciones para enfrentar estos desafíos en los principales países, regiones y sectores.
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