Y quiero que el Super Bowl se llame Thriller Bowl
Michael Jackson, en 1993
Eso terminó en 2007.
Nos referimos al proyecto NFL Europa, ese megalómano plan que había intentado implantar el fútbol americano en el Viejo Continente, allá por los años noventa, abriendo franquicias en diversas ciudades centroeuropeas –en su mayoría alemanas–, y también en Barcelona.
El lector habrá oído hablar de los Barcelona Dragons.
Durante varios años, eso no había ido mal para la franquicia europea o los Dragones. En alguna ocasión, 50.000 espectadores se habían presentado en el Estadi Olímpic de Montjuïc, allá por 1993 o 1994.
Alegres, vestidos de verde, con gorras y bufandas, los curiosos intentaban ver qué pasaba con el fútbol americano.
¿De qué se trataba ese mundo que se abría paso en el imaginario popular estadounidense?
¿Esa cultura que ocupaba un espacio similar al que ocupa nuestro fútbol en el nuestro?
¿Por qué millones de fanáticos celebraban esas carreras fuera de control rompiendo líneas?
¿O estaban siguiendo la persecución policial del fugitivo OJ Simpson, arrestado, inicialmente absuelto y finalmente condenado por asesinar a su esposa, Nicole Brown Simpson, y Ron Goldman, en vivo por televisión?
¿O el espectáculo que Michael Jackson había dado en el medio tiempo del Super Bowl de 1993?
(Entre sus demandas, el rey del pop le había pedido a la NFL que cambiara el nombre de ese medio tiempo como Cuenco de suspenso ; la entidad le había respondido algo así: “Tal vez tú seas el rey del pop, pero nosotros somos los reyes del mundo”).
Algunos de ellos habían tratado de traer la NFL a Europa. Un intento tan voluntarioso como ingenuo que no llegaría a materializarse del todo. Y por eso, quince años después, el proyecto había caído: como la liga perdía 30 millones de dólares anuales y la cantera no generaba talento, en 2007 se bajó la persiana.
La cuota estadounidense se ha reducido; solo puede haber cuatro en cada una de las franquicias
(…)
Vamos al presente.
Estamos en Barcelona en mayo y Jason Robinson, socio director de Elite Sports Equity, charla con varios periodistas en una sala del Hard Rock Café, en pleno centro de Barcelona.
Elite Sports Equity ha invertido cientos de miles de dólares en los Barcelona Dragons, la franquicia del Barcelona de la nueva European Football League (EFL), el torneo reiniciado en 2020 y reintroducido en Europa, ahora sin el paraguas de la NFL.
(Hay 17 equipos en el curso que comenzó este sábado. En el Olímpico de Terrassa, los Dragones recibieron a la Guardia Helvética de Zúrich; alrededor de 2.000 espectadores asistieron al duelo).
¿Por qué el fútbol americano no crece más en Europa? le preguntamos a Robinson.
–Ese intento de NFL Europa no funcionó. Quizás los objetivos eran demasiado ambiciosos. Había demasiados jugadores estadounidenses en cada equipo. Ahora habrá un tope de cuatro por club (el resto deberán ser jugadores locales). Entonces, tampoco hubo streaming ni redes sociales.
Según Robinson, la NFL no pudo encontrar la manera de anclar el proyecto.
-Todo quería hacerse muy rápido. Ahora, queremos reducir la velocidad. Hemos creado un plan en el que creemos. Vamos a estar mucho tiempo con los Dragones.
Sentado a su lado, Bart Iaccarino sonríe.
Iaccarino es el gerente general de los Dragones. Iaccarino dice que el presupuesto de los Dragones (otro logo, otra imagen, tiene pocas similitudes con esos Dragones) ha crecido un 30% en comparación con el año pasado, cuando llegaron a las semifinales de la EFL.
–Para este año tenemos un presupuesto de 750.000 euros. Con estas cifras, podremos aumentar la promoción de nuestros partidos”, dice Iaccarino.
Vamos a tener más impacto en los medios. Queremos crecer de forma sostenible”, concluye Carlos Alonso, propietario de Dragons.
Detrás de escena, los expertos revisan las características técnicas del fútbol americano. Los Dragones tienen jugadores notablemente grandes, como jugador de ataque Conor Miller, y otros más pequeños, como el el receptor abierto Jordi Torrededia.
«Esta liga no tiene nada que ver con la NFL Europa de los noventa», dice el director general de los Dragons
Luis Jones, exjugador y analista, ve más variedad en el físico de los jugadores actuales.
–Ahora hay más espacio para jugadores diminutos, de 70 kilos, pero muy rápidos y técnicos, capaces de moverse entre líneas, recibir y ser titulares. Hoy en día, este deporte es más inclusivo.
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