Cuando se trata de administrar una empresa, ya sea micro, pequeña, mediana o grande, siempre es difícil tener el control de lo que sucede detrás de escena. Debemos considerar aspectos como recursos humanos, finanzas, permisos, marketing, procesos, calidad y un largo etcétera que definen el éxito de un negocio.
Sin embargo, estos factores internos a superar cada día, también se ven enfrentados a factores externos, aquellos que están fuera del círculo de influencia o de control de la empresa. Nos referimos a indicadores económicos; y en esta columna abordaremos tres de los más relevantes por su impacto en el negocio.
Inflación: define el aumento general de los precios de los bienes y servicios. Tiene un impacto directo en las empresas ya que, al aumentar los precios, se afecta el poder adquisitivo o poder adquisitivo de las familias. Además, la percepción del valor del dinero tiende a volverse negativa, lo que desincentiva el consumo en general, lo que en consecuencia influye en la disminución de las ventas.
El tipo de cambio: es el valor de una moneda con relación a otra. Lo cual se refleja directamente en las importaciones y exportaciones de un país. Si la moneda aumenta de valor, puede encarecer los bienes y servicios para los extranjeros, lo que puede afectar negativamente las exportaciones de una empresa. Por otro lado, una depreciación puede abaratar los bienes y servicios para los extranjeros, lo que puede impulsar las exportaciones de una empresa e incluso aumentar la inversión extranjera en el país y esto significaría un fortalecimiento de las cadenas productivas.
Las tasas de interés son otro factor clave en el funcionamiento de una empresa, ya que influyen directamente en el costo de los préstamos o créditos. Si las tasas de interés caen, las empresas pueden adquirir préstamos más asequibles para financiar sus operaciones. De lo contrario, si las tasas suben, el costo de financiar las operaciones puede volverse inasequible para algunas empresas, limitando su capacidad de crecimiento.
En resumen, para tener éxito en un entorno económico volátil, entendido como tal por la variabilidad, inestabilidad e imprevisibilidad de precios y beneficios, una empresa debe tener siempre en su radar estos factores y anticiparse a los posibles efectos que su entorno podría provocar. Estas acciones pueden incluir la implementación de estrategias de gestión de riesgos, reducción de costos y optimización. Así como invertir en innovación y desarrollo de nuevos productos, explorar diferentes mercados y fuentes de financiamiento y, sobre todo, nunca perder de vista la calidad del servicio.
Teniendo siempre en cuenta los factores externos, empezando por los indicadores económicos antes mencionados, es una buena idea hacer frente a los impactos que estos puedan tener en la empresa y encontrar soluciones para prosperar en un entorno económico en constante cambio.
Colaboración realizada por Diego Alan López Aldana y el equipo de Revolution 5.0 Disruptive Labs. Si quieres saber más al respecto, contáctanos a contact@disruptivelabs.mx o a nuestras redes @DisruptiveLabs, ¡con gusto te leemos!
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