¿Qué desafíos enfrentarán la logística y el transporte a nivel mundial para 2023? Si bien existen grandes expectativas de crecimiento para ambos, los desafíos no dejan de aparecer, sobre todo ante la gran ola de inflación que golpea al mundo y los rezagos que aún tienen las cadenas de suministro y el transporte desde el inicio de la pandemia del COVID-19. 19
El primer desafío es el espectro de la recesión económica que amenaza la producción de muchas empresas a nivel mundial, lo que puede reducir los volúmenes comerciales. La cadena de suministro está interconectada, por lo que cuando los precios suben en un área, hay un efecto dominó en el resto de la línea. Actualmente, hay una inflación masiva en los costos de mano de obra, energía y transporte: riesgos inminentes para la cadena de suministro.
El segundo es la escasez de mano de obra, que es uno de los principales desafíos que se cita con mayor frecuencia en diferentes países desarrollados. Ya hemos abordado aquí en distintas ocasiones el tema de la falta de conductores que sufre el sector del transporte. En logística, la escasez de mano de obra afecta el transporte de mercancías, lo que provoca retrasos y clientes descontentos. Para gestionar un riesgo tan eminente, los expertos alientan a los líderes de la cadena de suministro a reevaluar su proceso de contratación, prácticas de retención, compensación y esforzarse por crear un entorno de trabajo equilibrado para todos los empleados.
El tercero es el aumento de los costes de almacenamiento. La crisis de la cadena de suministro global es el resultado de dos años de retrasos relacionados con la pandemia, una grave escasez de mano de obra y una infraestructura anticuada, especialmente en los EE. UU. Esto creó cuellos de botella masivos en los puertos que llevaron a los almacenes a su máxima capacidad y dejó a los líderes de la cadena de suministro luchando por encontrar espacio.
Además, para muchas empresas de retail es inasequible construir o alquilar nuevos almacenes para estar más cerca de sus clientes, por lo que deben buscar soluciones más rentables, como el almacenamiento automatizado o la externalización del servicio.
El cuarto es el aumento de los precios de los combustibles. Los costes de la gasolina aumentaron a lo largo de 2022 y las previsiones apuntan a que seguirán subiendo hasta finales de 2023. Tarde o temprano estos aumentos acaban repercutiendo en los consumidores que seguirán viendo aumentar los precios de los productos que consumen durante el próximo año.
El quinto es la transformación digital dentro de la cadena de suministro que sigue siendo una prioridad, particularmente para aquellas empresas que han tardado en responder a esta revolución. Las soluciones basadas en la nube que brindan a los administradores de la cadena de suministro acceso a datos en tiempo real pueden aumentar el análisis de riesgos, mejorar la visibilidad y la trazabilidad de la mercancía y evitar interrupciones en la cadena de suministro.
La estandarización de los documentos de envío de carga internacional, derivada de la facilitación del comercio, también agilizaría los procesos y minimizaría las multas innecesarias y la detención de carga.
El sexto viene junto al anterior, los riesgos de ciberseguridad. La ciberseguridad será un desafío frecuente para muchas empresas de logística, dado el aumento preocupante de las filtraciones de datos en 2022. A medida que los sistemas de fletes, aranceles, aduanas y otros utilizados por la industria del transporte se vuelven más complejos y digitalizados, son cada vez más el objetivo de altos cargos. riesgo de ciberataques.
El séptimo son los cuellos de botella en el transporte marítimo que provocó la crisis de los contenedores. Actualmente, se pronostica que los cuellos de botella seguirán siendo un área de riesgo en 2023. Un cuello de botella en el transporte se refiere a la congestión recurrente en las carreteras oceánicas donde el tráfico retrocede debido a la congestión del volumen, lo que afecta la capacidad del puerto.
El octavo desafío para la industria de la logística es gestionar las nuevas expectativas de los clientes de comercio electrónico, como la entrega en el mismo día o el Q-commerce del que hablé en la entrega anterior. Estas expectativas ejercen una presión adicional sobre la industria que los minoristas y los transportistas intentarán resolver.
El noveno reto es la lucha contra el cambio climático. La logística verde ha tratado de responder a esto con entregas cada vez más sostenibles. Los consumidores quieren cada vez más la seguridad de que las empresas y los transportistas están considerando su impacto ambiental. En este 2023 la industria debe ser más ágil a la hora de adoptar importantes objetivos de sostenibilidad.
Y el décimo tiene que ver con las tensiones geopolíticas, por lo que es necesario modelar escenarios para entender el impacto que tendrán estas tensiones en la cadena de suministro. Encontraremos una posible respuesta en el uso del nearshoring para crear una red de suministro más segura y con menos posibilidades de retrasos o fallos.
Sin duda, podemos seguir encontrando retos a los que enfrentarnos para el 2023 que estamos por iniciar, pero en mi opinión estos son los diez más importantes a tener en cuenta en la industria de la logística y el transporte. Sin mencionar también los desafíos que están del lado de los gobiernos, como el desarrollo de una mejor infraestructura, la mejora de las leyes y el aumento de la seguridad que siempre se aprecian en la competitividad comercial.
POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA A.
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@IGNAQUIZ
CAMARADA
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