la apuesta de Nayib Bukele cumple dos años con poco éxito en El Salvador

El bitcoin, la apuesta del presidente Nayib Bukele para impulsar la economía salvadoreña, cumple este jueves dos años como moneda de curso legal en El Salvador, con un uso muy restringido. sin generar confianza en la población.

El 7 de septiembre de 2021, bitcoin comenzó a circular legalmente en el país a pedido del presidente. Bukele trató de garantizar que las remesas del exterior fluyeran a un costo menor y que los salvadoreños, el 70% de los cuales estaban fuera del sistema financiero, estuvieran inscritos en cantidades masivas.

Pero dos años después, «los objetivos que se perseguían no se han logrado, la gente apenas lo usa, no confían mucho» en el bitcoin, dijo a la AFP el economista independiente Carlos Acevedo.

“El experimento no ha funcionado, se está viviendo un criptoinvierno”, añade el expresidente del Banco Central de Reserva de El Salvador.

Críticas y desconfianza

A pesar de la gran popularidad de Bukele con su «guerra» contra las pandillas (90% de aprobación), el presidente hasta ahora no ha logrado convencer a sus compatriotas de los beneficios que atribuye al bitcoin.

El 71% de los salvadoreños considera que la criptomoneda «No ha ayudado en nada a mejorar su situación económica familiar», según una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA) difundida en mayo.

En las calles de San Salvador, el rechazo a esta moneda.

«No le veo utilidad a ese dinero, es sólo propaganda. ¿Dónde está el beneficio? No hay beneficio. Es una mala inversión», dijo el vendedor de periódicos Juan Antonio Salgado, de 65 años, en diálogo con la AFP.

«Es un robo», dice, refiriéndose al precio volátil de la criptomoneda.

Bukele confiaba en que las remesas familiares desde el exterior, que representan el 21% del PBI salvadoreño, llegarían masivamente en criptomonedas, pero que no pasó.

Para canalizar las transacciones bitcoin y el envío de remesas, el gobierno creó el sistema «Chivo Wallet», pero sólo el 1% de los 4.710 millones de dólares en transferencias de dinero al exterior entre familiares llegaron al país a través de esa billetera digital. entre enero y julio de este año, según el Banco Central de Reserva.

«La gente realmente no tiene confianza en una criptomoneda cuyo valor cambia de un momento a otro, y en el campo la gente prefiere usar dinero en efectivo», dijo a la AFP la economista independiente Julia Martínez, ex académica de la UCA.

Cuando Bukele introdujo el bitcoin, la medida no cayó bien entre los organismos multilaterales y fue cuestionado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacionallo que advirtió sobre la alta volatilidad del activo.

En septiembre de 2021, cuando comenzó a utilizarse en El Salvador de forma paralela al dólar, la criptomoneda rondaba los $45.000 y un par de meses después subió a $68.000.

Tras ese aumento, Bukele, un muy habitual en las redes sociales, anunció su plan de construir «Bitcoin City», una ciudad cerca del Golfo de Fonseca que funcionaría con la energía térmica de un volcán.

El Salvador emitiría unos mil millones de dólares en bonos bitcoin para financiar la iniciativa. Aún se desconoce cuándo se lanzarán estos bonos en el mercado internacional, y El proyecto urbanístico no ha avanzado.

Bitcoin se cotiza actualmente a poco más de 25.500 dólares.

El gobierno salvadoreño ha dicho públicamente que ha comprado 2.381 bitcoins, sin revelar las cifras de la inversión. La última compra la realizó el 30 de junio de 2022 cuando adquirió 80 bitcoins.

El 17 de noviembre de 2022, Bukele anunció que El Salvador compraría una unidad diaria, aunque el gobierno no ha confirmado si eso ocurrió o no.

El economista independiente César Villalona explica a la AFP que el bitcoin «no existe en la economía local», porque en El Salvador «todo» se paga en dólares: salarios, servicios y compras en el comercio.

Otros ven posibilidades en esta criptomoneda.

José Francisco Ayala, YouTuber de 38 años, afirma que el uso de bitcoin es cuestión de “aprender” y saber utilizar la tecnología. «Vamos hacia adelante, no hacia atrás. A medida que aprendamos, entraremos en ese entorno», afirma.

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