Si no es una campaña presidencial, se parece mucho a ella. El Secretario de Gobernación está de gira por el país, y se le ve cómodo, suelto. Está en modo elección. El pretexto de la intensa gira es impulsar la aprobación de la iniciativa de reforma constitucional, para que las Fuerzas Armadas permanezcan en tareas de seguridad pública hasta 2028, pero en el fondo lo que hay es proselitismo.
“Hace unos días señaló que un militar podría ser presidente de la República. Yo creo que a ellos no les interesa la Presidencia, sino que creo plenamente que el próximo presidente será un civil, y que él está hoy aquí en este salón con nosotros”, dijo ayer en Michoacán el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, respecto al Secretario de Gobierno. El presidente del estado no solo lo destapó, le dijo al próximo presidente. Adán Augusto López sonrió. Y como.
Desde hace 11 días, cuando el secretario inició su gira, acumula 11.799 kilómetros para visitar 12 Congresos locales.
Empezó en Sinaloa, y luego viajó mil 390 kilómetros hasta la CDMX. De ahí pasó a Baja California y recorrió 2.782 kilómetros. Luego se fue a Chiapas y recorrió 3.602 kilómetros. De ahí a Tabasco, que está a 288 kilómetros. Desde el sureste tomó la vía a Tlaxcala, otros 714 kilómetros. Luego a Quintana Roo, para sumar 1,421 kilómetros al viaje.
Desde la península de Yucatán voló a Tamaulipas y acumuló mil 877 kilómetros más. El viernes pasado llegó a Puebla, luego de recorrer 750 kilómetros entre ambas entidades, y de allí recorrió 274 kilómetros para ir a Veracruz. Posteriormente se trasladó al Estado de México, a 465 kilómetros de distancia. Y ayer por la mañana estuvo en Michoacán, donde casi lo llaman presidente, para sumar 236 kilómetros al recorrido, y cerró la jornada en Sonora, sumando 1,639 kilómetros más.
En total, el secretario de Gobernación ha recorrido 13.438 kilómetros en menos de dos semanas para visitar 13 congresos locales. En el camino mima, y se deja mimar. También abre frentes, argumenta, da “nota”, gana titulares, se coloca con gobernadores y se reúne con decenas de legisladores; teje alianzas, abre camino al 2024.
Si eso no es una campaña, se parece mucho a una. Nadie como él parece tener ese margen de maniobra en este momento y mucho menos con el beneplácito del presidente López Obrador para pisar a fondo el acelerador.
¿Es la ‘corcholata’ favorita?
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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CAMARADA
