Los gobiernos deben escuchar a las empresas, los inversores, las ciudades, las regiones y los ciudadanos que exigen un futuro más saludable y resiliente.
La carrera mundial para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero lo más rápido posible es también una carrera para lograr una nueva forma de abundancia: salud pública, naturaleza en su plenitud, empleos de calidad, más igualdad y oportunidades económicas.
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