Túnez se hundió más profundamente en la crisis política el lunes cuando el presidente Kais Saied reforzó su control del poder, despidió a los principales funcionarios del gobierno y desplegó fuerzas militares alrededor de la oficina del primer ministro en un movimiento dramático que los opositores llamaron un intento de golpe.
El presidente despidió al primer ministro Hichem Mechichi, suspendió el parlamento de Túnez y despojó a los legisladores de la inmunidad parlamentaria el domingo. Dijo que el país enfrentó una de las situaciones más amenazadoras de su historia luego de protestas violentas en las que los manifestantes condenaron la economía en dificultades de Túnez y un brote de Covid-19 que ha afectado profundamente al sistema de salud.
La agencia de noticias estatal de Túnez, Tunis Afrique Presse, informó el lunes que Saied también destituyó al ministro de Defensa y al ministro de Justicia en funciones el día anterior. Las fuerzas militares se habían desplegado alrededor de la oficina del primer ministro, según la agencia de noticias. No se ha visto a Mechichi en público desde el domingo, dijeron las autoridades.
Saied también emitió un decreto el lunes declarando el toque de queda nocturno desde las 7 pm hora local hasta las 6 am, y la prohibición de reuniones de más de tres personas, según la agencia de noticias.
Más temprano el lunes, Rached Ghannouchi, el presidente del parlamento, pidió a los tunecinos que se unan «contra este intento de golpe y el regreso a la dictadura, y para defender sus libertades y democracia», según una publicación de Twitter de Ennahdha, un partido político al que el pertenece. Habló frente al edificio del parlamento, según el partido, después de que las fuerzas de seguridad le impidieran entrar al edificio. Ghannouchi dijo que el parlamento era una institución elegida y que él y otros legisladores se negarían a obedecer las órdenes del presidente.
Fuente: WSJ