La percepción sobre economía mexicano mejoró de septiembre a octubre al aumentar su estimación de crecimiento de 2,0 a 2,10 por ciento, según el Encuesta de Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de octubre de este año realizada por el Banco de México.
Mientras que para 2023, el panorama no parece tan alentador, ya que los 38 grupos de análisis y consultoría económica de la sector privado nacional y extranjero, rebajó su estimación de 1,20 a 1,00 por ciento. Para la inflación general anual en el mismo período de comparación pasó de 8.44 a 8.50 por ciento para este año, siendo la inflación subyacente de 8.08 a 8.29 por ciento.
Para 2023 esperan que el índice de precios al consumidor alcance una tasa general anual de 5,09 por ciento frente al 4,76 por ciento anterior, mientras que para el núcleo pronostican una tasa de 5,01 superior al 4,69 por ciento estimado en septiembre pasado. Los consultados esperan que el tipo de cambio se ubique en 20,40 pesos por dólar al cierre de este año, levemente por debajo de los 20,62 pesos por dólar esperados anteriormente; para 2023 la estimación pasó de 21,38 a 21,03 por ciento.
En cuanto a la tasa de financiación, la perspectiva de los especialistas encuestado por Banxico para fines de 2022 pasó de 10.25 a 10.50 por ciento, mientras que para el año siguiente pasó de 9.75 a 10.25 por ciento.
Reconocen obstáculos
En cuanto a los factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México los próximos seis meses, vaya como el importante la gobernancia con 33 por ciento y condiciones externas con 25 por ciento.
A nivel particular, los principales factores son: problemas de inseguridad ciudadana (14 por ciento de las respuestas); presiones inflacionarias en el país (13 por ciento de las respuestas); y la debilidad del mercado exterior y de la economía mundial (11 por ciento de las respuestas).
A nivel particular, los factores que recibieron un nivel de preocupación fueron los problemas de inseguridad ciudadana; falta de estado de derecho; corrupción; impunidad; presiones inflacionarias en el país; incertidumbre sobre la situación económica interna; e incertidumbre política interna. Asimismo, los analistas encuestados perciben que el clima de negocios empeoró de septiembre a octubre, mientras que perciben que la economía está mejor que hace un año, pero que es un mal momento para invertir.
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