Por supuesto, cuando se observa la pobreza de resultados (aunque estén en posiciones de repechaje), y sobre todo el progreso en términos de funcionamiento colectivo por parte de los pumasLo primero que me viene a la cabeza es la figura del entrenador.
Rafael Puente Jr. no era el personaje ideal para enfrentarse al equipo universitario en la post- Andrés Lillini, y eso ha sido revelado. Este capacitador seleccionó a las personas adecuadas, mostró su presentación de PowerPoint y convenció a alguien para que lo contratara. Que parte de su trabajo lo hizo bien, y todo lo que ha venido después, no es realmente para un equipo como Pumas, pero la culpa comenzará a recaer en quienes también deben asumir su responsabilidad.
La incapacidad de la directiva universitaria ha quedado, todavía, en mayor evidencia que la de su entrenador. No solo por contratar a la persona equivocada, sino porque, ahora, han entrado en un estúpido juego de ultimátum, o para ver si pierde dos juegos seguidos para correrlo. Y eso es no tener ni puta idea de lo que se está haciendo, y se están llevando entre las piernas el mucho o poco prestigio que pueda tener este club.
Ya Pumas tendrá que sufrir una transformación estructural cuando lleguen los cambios en el patronato, e incluso en la rectoría, para estar haciendo el ridículo a nivel gerencial, con un presidente que seguramente esté más preocupado por saber lo que hará. hacer cuando el Dr. Enrique Graue d.toma tu cargo.
También arrastran la forma en que manejaron el caso de Dani Alves. Por supuesto que no es su culpa lo que pasó con el brasileño en Barcelona, pero sí la forma en que manejaron la crisis.
Hoy la crisis de los Pumas pasa más por el lado directivo, y si bien es cierto que lo más visible es la incapacidad de hacer de este equipo un sólido contendiente, por parte del cuerpo técnico contratado, los grandes responsables de esto son los que hicieron la decisión de fichar, por seis meses, a Puente del Río y su grupo de trabajo.
Sin ser una de las escuadras más importantes del país, Pumas tiene jugadores para tener un mejor desempeño, o al menos más balanceado. Pero sin alguien al frente de este grupo, a ver si no se acaban hartando de elementos como Juan Ignacio Dinenno o Eduardo Salvio, y dejarlos, o encontrar la manera de salir del equipo.
Ahora que ha trascendido que Juan de Dios Ramírez Perales tomaría las riendas del equipo ante una posible salida de Puente, es más difícil entender en qué diablos estaba pensando esta directiva al contratar a su actual técnico. Porque primero hacerlo, por solo seis meses, no era una buena señal de confianza, luego ante los resultados no se toma una decisión como se debe, y ahora utilizarían a alguien que ya está en la institución.
Entonces, ¿por qué no lo hicieron antes? Porque si el argumento es que no tenían dinero, que El Tuca les salió muy caro, que Jaime Lozano no los aceptó, seguimos hablando de incapacidad de gestión. Para muchos, Ramírez Perales no tiene el perfil de un entrenador en jefe, pero ya estuvo en Pumas como técnico Sub 20. este equipo, mejor ve con alguien que sea cercano a lo que representas.
Pumas es malo por donde lo veas, en la gestión y en lo deportivo. La afición ha vuelto a salir, y lo que pasó con Puente pudo acabar mal porque no tenía unos cimientos sólidos desde el principio. Mientras tanto, siguen arrastrando el nombre de un equipo que, aunque muchos ya no comparten la eliminatoria, sigue siendo uno de los más importantes del fútbol mexicano, aunque por ahora quienes lo dirigen no se comportan a la altura de ese cuento.
POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@GVLO2008
MAÍZ
Continuar leyendo: La incapacidad en Pumas va más allá de Rafael Puente