Iniciamos un nuevo año y el 2023 será clave para los capitalinos quienes decidirán quién los gobernará en el próximo sexenio.
Las elecciones constitucionales de 2024 están a la vuelta de la esquina y no se ve cómo la 4T puede darle continuidad a su proyecto en la CDMX, pues no ha podido sumar actores políticos de peso que puedan operar de manera efectiva en todos los rincones de la capital.
La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum se ha rodeado de dos grupos que poco le suman. Por un lado, el grupo «Universidad» conformado por «técnicos e intelectuales» con cero conocimiento del trabajo político y otro grupo conformado por viejos caciques del casi extinto PRD que emigraron a MORENA junto con su sectarismo y ambición desmedida que han incrementaron su feudo territorial en la CDMX y a quienes les han sido entregados sin medida cargos administrativos de toda índole, que son indispensables para el funcionamiento de la capital.
En pasadas administraciones, el éxito de los mandatarios ha sido la inclusión, en su momento Marcelo Ebrard “la corcholata”, mejor evaluado hoy y opositor del jefe de gobierno, incluyó a todos los operadores políticos de la capital, destacando a muchos que no eran de su partido PRD, lo que significó mantener el control político de la CDMX, hasta el final de su sexenio, incluso en momentos difíciles como la noticia de la divina tragedia en la entonces delegación Gustavo A. Madero, que por cierto gobernaba el actual el alcalde Francisco Chiguil; De la misma manera sucedió con Miguel Ángel Mancera que incluso coincidió con grupos de derecha y ultraderecha de nuestra capital.
Hoy, muchos de esos actores y operadores políticos que incluso ayudaron en procesos importantes como la “revocación del mandato de AMLO” y la gran marcha del 27 de noviembre, están fuera de los espacios de poder, pero saben que este año tendrán que tomar su decisión para el 2024 y seguramente algunos pasarán a las filas de la oposición por sobrevivencia política y esto agravará aún más la débil operación política del jefe de gobierno, quien perdió la mitad del capital en el 2021 ante una oposición que a pesar de estar sitiada, ha logró expandirse en todos los rincones de la CDMX.
Así comenzamos este año, siendo la antesala de las elecciones constitucionales del 2024, y si la jefa de gobierno solo sigue escuchando esas voces que le endulzan los oídos diciéndole que todo está bien en la CDMX y que la 4T retendrá el gobierno de la capital en 2024, sin reconstruir la relación con la dirigencia e incluyendo a todos los actores políticos que aún no han definido su proyecto político; Es difícil predecir la continuidad de los gobiernos de izquierda en esta capital y como colofón a esta perspectiva desfavorable, es oportuno citar a Murphy quien afirma: «LA SITUACIÓN NUNCA ES TAN MAL COMO PARA NO EMPEORAR». Condición que nos remite a la reciente tragedia del sistema de transporte colectivo METRO.
POR ARTURO SANTANA
EX VICEPRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS
CAMARADA
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