Las autoridades militares de Birmania ejecutaron a cuatro activistas democráticos acusados de ayudar a llevar a cabo «actos terroristas», informaron los medios estatales el lunes (25/07/2022). Estas son las ejecuciones de las primeras décadas en esa nación del sudeste asiático.
Entre los ejecutados se encuentra un ex parlamentario del partido de la ex líder Aung San Suu Kyi.
Phyo Zeya Thaw, que era miembro del parlamento por el partido Liga Nacional por la Democracia (NLD), fue arrestado en noviembre y condenado a muerte en enero por violar la ley antiterrorista.
Phyo Zeya Thaw, opositor ejecutado por la junta golpista birmana.
Kyaw Min Yu, un destacado activista por la democracia, recibió la misma sentencia del tribunal militar.
Los otros dos fueron condenados a muerte por el asesinato de una mujer que, según dijeron, era informante de la junta en Rangún.
Ejecutado «bajo el procedimiento penitenciario»
Los cuatro fueron ejecutados por encabezar «actos de terror brutales e inhumanos», informó la agencia estatal Global New Light of Myanmar. El periódico dijo que las ejecuciones se llevaron a cabo «bajo el procedimiento penitenciario», sin detallar cuándo ni cómo murieron.
La junta militar condenó a muerte a decenas de activistas antigolpistas como parte de su campaña contra la disidencia después de tomar el poder el año pasado, pero Birmania no había llevado a cabo una ejecución en décadas.
La junta fue duramente criticada por las potencias internacionales cuando anunció su intención de llevar a cabo las ejecuciones el mes pasado.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, condenó la decisión y la calificó de «flagrante violación del derecho a la vida, la libertad y la seguridad de una persona».
El ejército gobernante continúa con una sangrienta represión contra sus opositores, con más de 2.000 civiles asesinados y más de 15.000 detenidos desde el golpe, según una ONG local.
Las sentencias, resultado de juicios a puertas cerradas en enero, provocaron la condena internacional, y dos expertos de la ONU las calificaron como un «vil intento de infundir miedo» entre la población.
jc (afp, Reuters)
