Los fiscales franceses han recomendado llevar a juicio a la ex candidata conservadora a la presidencia Marine Le Pen y a otros 26 miembros del partido Agrupación Nacional (RN) por presunta malversación de fondos de la UE.
Los fiscales alegan que, entre 2004 y 2016, el dinero destinado a cubrir los gastos de los eurodiputados se utilizó para pagar a asistentes que, en realidad, trabajaban para RN, conocido hasta 2018 como Frente Nacional (FN).
El padre de Le Pen y cofundador del partido, Jean-Marie Le Pen, también estuvo implicado en el plan. En total, 11 eurodiputados, 12 asistentes parlamentarios y otros cuatro miembros del personal fueron remitidos a juicio.
Si es declarada culpable, Le Pen se enfrentaría a hasta 10 años de prisión y a la prohibición de ocupar cargos públicos durante el mismo período, según AFP.
La Oficina Europea Antifraude informó en 2016 que Le Pen debía 339.000 euros (361.000 dólares). Según su abogado, Rodolphe Bosselut, la política devolvió casi 330.000 euros en julio. El pago, sin embargo, «no constituye de ninguna manera un reconocimiento explícito o implícito de las afirmaciones del Parlamento Europeo», dijo Bosselut, citado por la AFP.
Le Pen ha negado haber actuado mal, argumentando que las acusaciones en su contra tenían motivaciones políticas. El partido emitió un comunicado el viernes, diciendo que las acusaciones surgieron de “una comprensión errónea del trabajo de los legisladores de la oposición y sus asistentes”.
Le Pen quedó en segundo lugar durante las elecciones presidenciales de 2017 y 2022, perdiendo ante Emmanuel Macron. Renunció como presidenta del partido el año pasado, pero continúa liderando el grupo RN en la Asamblea Nacional francesa.
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