Deseo éxito en la salida del Presidente Andrés Manuel López Obrador para celebrar el cuarto año de su gobierno. El Presidente es el principal promotor y participante. Dijo que «puede ser su última marcha». Cientos de miles de personas llegarán o intentarán llegar al Zócalo. La masa humana ocupará la Columna de la Independencia, la Paseo de la ReformaAvenida Juárez, las calles Madero y 5 de Mayo, hasta la Placa Zócalo.
¿Quién marchará? El “Andresmanuelismo”. Hablo de los simpatizantes del Presidente que durante 18 años, en las buenas y en las malas, lo han acompañado, que apoyan a su gobierno y que participan en las encuestas donde aparece con altos niveles de aceptación. Este será el contingente mayoritario.
Los militantes y simpatizantes de Morena. Los beneficiarios de programas sociales que voluntariamente u obligados asistan. ¡Maldito, mil veces maldito! Los que condicionan un soporte. El presidente marchará acompañado de 22 gobernadores, sus tres gorras presidenciales, de sus diputados federales, senadores, principales colaboradores e invitados especiales. Los gobernadores convocaron a las fuerzas activas de sus estados, cuyos contingentes seguirán un riguroso orden alfabético. AMLO será el primer presidente interino en marchar.
Desde muy temprano, miles de adultos mayores llegarán directamente al Zócalo para esperar a AMLO; otros estarán en las aceras observando el paso de los contingentes. Los más numerosos serán los del Edomex, encabezado por Delfina Gómez y la CDMX. Respeto y saludo a todos los participantes. Que sea una manifestación pacífica, que sea una fiesta.
De nada sirven las marchas convocadas desde el poder. La movilización de AMLO desde la Presidencia no es una marcha; es un ensayo general. ¿Cuál es el OBJETIVO? Es la reacción a la marcha del 13 de noviembre. Lo más importante es el mensaje dentro de tu propio movimiento. El mensaje y el desafío es a sus corcholatas presidenciales, a los senadores, a los diputados ya los gobernadores para que no se olviden de la calle; que no se acostumbran a las oficinas espaciosas y los recursos que vienen con la oficina y el poder; que los herederos de su movimiento deben pasar soles y que su sucesor o sucesora deben ser líderes sociales.
En 1987, el Consejo Estudiantil Universitario recuperó las calles. Todavía recuerdo el descaro de pisar la placa del Zócalo en defensa de la universidad pública. Acompañé a AMLO en su primer y segundo éxodo por la democracia, en su lucha contra la anarquía y, por supuesto, en el plantón de Paseo de la Reforma. Sigue a Vicente Fox y Salvador Nava, cuando les robaron las elecciones en Guanajuato y San Luis Potosí.
He marchado muchas veces y lo seguiré haciendo cuando lo considere necesario. Eso es lo que pienso, ¿qué piensas tú? La política es bronce.
Por Onel Ortíz Fragoso
@onelortiz
MAÍZ
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