Quedan 33 días para el plebiscito constituyente del 4 de septiembre en Chile, donde los ciudadanos deberán decidir si aprueban o rechazan el texto propuesto de la nueva Constitución, luego de un año de trabajo realizado por la Convención Constituyente.
La última encuesta de Cadem, este domingo, dio como resultado una ventaja de 10 puntos de intención de voto de Rechazo sobre Aprobación, con 48% y 38% de las preferencias respectivamente.
Las elecciones están marcadas por la desinformación y un sinfín de interpretaciones jurídicas de normas que han dificultado el seguimiento ciudadano del debate.
En ese contexto, el gobierno decidió lanzar una campaña de comunicación denominado “Chile Vota Informado”, que contempla la distribución de más de 900.000 ejemplares de la propuesta constitucional.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, lanzó una campaña informativa sobre el plebiscito por la nueva Constitución. Foto: AFP
Sin embargo, desde la oposición acusan al Gobierno de utilizar la distribución de textos para hacer campaña a favor de la opción Apruebo.
La posición del gobierno
Desde marzo, el gobierno de Gabriel Boric ha establecido una posición clara en la que ha anclado el éxito de su gestión a la aprobación del texto, una correlación que se ha vuelto simbiótica. De hecho, las mismas encuestas de opinión muestran que cuando sube la aprobación del presidente, también sube la opción del yo apruebo y viceversa.
Para entender por qué genera revuelo en Chile que el gobierno pueda estar expresando su opinión, cabe señalar que en este país existe un principio tan antiguo como la república: el de dispensa.
Bajo este principio, ningún funcionario puede utilizar los recursos públicos o su jornada laboral para favorecer una opción electoral. Para ser más claros, en Chile ya ha habido grandes polémicas por hechos que en otro país no serían así, como que un ministro asista a un acto de campaña en un vehículo del ministerio, aunque sea fuera de su horario laboral.
Para cada proceso electoral, la Contraloría General de la República imparte instrucciones a los funcionarios e instituciones sobre los alcances de la preferencia. Son estas instrucciones las que, a juicio de la oposición, se estarían incumpliendo con el pretexto de entregar copias del escrito.
Reclamación de oposición
Desde la conservadora Unión Demócrata Independiente, su presidente, el senador Javier Macaya, solicitó al Gobierno la entrega de varios cientos de miles de los 900.000 ejemplares que ordenó imprimir para que puedan ser distribuidos por ellos, como un poder más del Estado (Senadores, diputados de la oposición). Sin embargo, no ha habido respuesta.
Así, la semana pasada -y por primera vez en la historia democrática del país- la Contraloría inspeccionó en terreno el Palacio de La Moneda para una acusación de intervencionismo electoral. Si bien los resultados de los peritajes podrían llegar después del plebiscito, el nivel de involucramiento del ejecutivo con la causa de la Aprobación es tema de discusión en programas de radio y televisión.
Gabriel Boric, en la presentación de la campaña «Chile vota informado», días atrás. Foto: AFP
El plan B del presidente
Gabriel Boric, consciente de las dificultades a las que se enfrentaría su gestión si gana el Rechazo, ha emprendido varias acciones para ordenar sus filas y hacer “más difícil” una votación en contra del texto. El presidente ya indicó que, de ganar esa opción, lanzará una nueva Convención, señalando el cansancio de la ciudadanía con el tema. Una estrategia que, si bien en un principio descolocó a la oposición, fue perdiendo efecto con el paso de los días.
Los estudios del Palacio de La Moneda indican lo mismo que los de los búnkeres: la elección la definirán los moderadosque no estén de acuerdo con el texto propuesto o con la constitución vigente.
Así, si el Rechazo propone reiniciar el proceso para hacer «uno mejor», el joven presidente chileno convocó públicamente a sus simpatizantes a ponerse de acuerdo una batería de reformas a la propuesta, para que los moderados vean en la Aprobación una certeza de que el texto será mejorado.
Sin embargo, la campaña ya entra en su recta final. El domingo se estrenará la franja electoral, el espacio televisivo garantizado por la legislación chilena para publicar cuñas políticas de las opciones. Al mismo tiempo, los equipos se despliegan por todo el país para mejorar la cobertura territorial.
Mientras el Aprobador se enfoca en las regiones, donde tiene mejor desempeño, el Rechazo busca neutralizar a su competidor en la Región Metropolitana, el bastión que le dio a Boric su amplia victoria electoral.
santiago, especial
CB
Quedan 33 días para el plebiscito constituyente del 4 de septiembre en Chile, donde los ciudadanos deberán decidir si aprueban o rechazan el texto propuesto de la nueva Constitución, luego de un año de trabajo realizado por la Convención Constituyente.
La última encuesta de Cadem, este domingo, dio como resultado una ventaja de 10 puntos de intención de voto de Rechazo sobre Aprobación, con 48% y 38% de las preferencias respectivamente.
Las elecciones están marcadas por la desinformación y un sinfín de interpretaciones jurídicas de normas que han dificultado el seguimiento ciudadano del debate.
En ese contexto, el gobierno decidió lanzar una campaña de comunicación denominado “Chile Vota Informado”, que contempla la distribución de más de 900.000 ejemplares de la propuesta constitucional.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, lanzó una campaña informativa sobre el plebiscito por la nueva Constitución. Foto: AFP
Sin embargo, desde la oposición acusan al Gobierno de utilizar la distribución de textos para hacer campaña a favor de la opción Apruebo.
La posición del gobierno
Desde marzo, el gobierno de Gabriel Boric ha establecido una posición clara en la que ha anclado el éxito de su gestión a la aprobación del texto, una correlación que se ha vuelto simbiótica. De hecho, las mismas encuestas de opinión muestran que cuando sube la aprobación del presidente, también sube la opción del yo apruebo y viceversa.
Para entender por qué genera revuelo en Chile que el gobierno pueda estar expresando su opinión, cabe señalar que en este país existe un principio tan antiguo como la república: el de dispensa.
Bajo este principio, ningún funcionario puede utilizar los recursos públicos o su jornada laboral para favorecer una opción electoral. Para ser más claros, en Chile ya ha habido grandes polémicas por hechos que en otro país no serían así, como que un ministro asista a un acto de campaña en un vehículo del ministerio, aunque sea fuera de su horario laboral.
Para cada proceso electoral, la Contraloría General de la República imparte instrucciones a los funcionarios e instituciones sobre los alcances de la preferencia. Son estas instrucciones las que, a juicio de la oposición, se estarían incumpliendo con el pretexto de entregar copias del escrito.
Reclamación de oposición
Desde la conservadora Unión Demócrata Independiente, su presidente, el senador Javier Macaya, solicitó al Gobierno la entrega de varios cientos de miles de los 900.000 ejemplares que ordenó imprimir para que puedan ser distribuidos por ellos, como un poder más del Estado (Senadores, diputados de la oposición). Sin embargo, no ha habido respuesta.
Así, la semana pasada -y por primera vez en la historia democrática del país- la Contraloría inspeccionó en terreno el Palacio de La Moneda para una acusación de intervencionismo electoral. Si bien los resultados de los peritajes podrían llegar después del plebiscito, el nivel de involucramiento del ejecutivo con la causa de la Aprobación es tema de discusión en programas de radio y televisión.
Gabriel Boric, en la presentación de la campaña «Chile vota informado», días atrás. Foto: AFP
El plan B del presidente
Gabriel Boric, consciente de las dificultades a las que se enfrentaría su gestión si gana el Rechazo, ha emprendido varias acciones para ordenar sus filas y hacer “más difícil” una votación en contra del texto. El presidente ya indicó que, de ganar esa opción, lanzará una nueva Convención, señalando el cansancio de la ciudadanía con el tema. Una estrategia que, si bien en un principio descolocó a la oposición, fue perdiendo efecto con el paso de los días.
Los estudios del Palacio de La Moneda indican lo mismo que los de los búnkeres: la elección la definirán los moderadosque no estén de acuerdo con el texto propuesto o con la constitución vigente.
Así, si el Rechazo propone reiniciar el proceso para hacer «uno mejor», el joven presidente chileno convocó públicamente a sus simpatizantes a ponerse de acuerdo una batería de reformas a la propuesta, para que los moderados vean en la Aprobación una certeza de que el texto será mejorado.
Sin embargo, la campaña ya entra en su recta final. El domingo se estrenará la franja electoral, el espacio televisivo garantizado por la legislación chilena para publicar cuñas políticas de las opciones. Al mismo tiempo, los equipos se despliegan por todo el país para mejorar la cobertura territorial.
Mientras el Aprobador se enfoca en las regiones, donde tiene mejor desempeño, el Rechazo busca neutralizar a su competidor en la Región Metropolitana, el bastión que le dio a Boric su amplia victoria electoral.
santiago, especial
CB
Quedan 33 días para el plebiscito constituyente del 4 de septiembre en Chile, donde los ciudadanos deberán decidir si aprueban o rechazan el texto propuesto de la nueva Constitución, luego de un año de trabajo realizado por la Convención Constituyente.
La última encuesta de Cadem, este domingo, dio como resultado una ventaja de 10 puntos de intención de voto de Rechazo sobre Aprobación, con 48% y 38% de las preferencias respectivamente.
Las elecciones están marcadas por la desinformación y un sinfín de interpretaciones jurídicas de normas que han dificultado el seguimiento ciudadano del debate.
En ese contexto, el gobierno decidió lanzar una campaña de comunicación denominado “Chile Vota Informado”, que contempla la distribución de más de 900.000 ejemplares de la propuesta constitucional.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, lanzó una campaña informativa sobre el plebiscito por la nueva Constitución. Foto: AFP
Sin embargo, desde la oposición acusan al Gobierno de utilizar la distribución de textos para hacer campaña a favor de la opción Apruebo.
La posición del gobierno
Desde marzo, el gobierno de Gabriel Boric ha establecido una posición clara en la que ha anclado el éxito de su gestión a la aprobación del texto, una correlación que se ha vuelto simbiótica. De hecho, las mismas encuestas de opinión muestran que cuando sube la aprobación del presidente, también sube la opción del yo apruebo y viceversa.
Para entender por qué genera revuelo en Chile que el gobierno pueda estar expresando su opinión, cabe señalar que en este país existe un principio tan antiguo como la república: el de dispensa.
Bajo este principio, ningún funcionario puede utilizar los recursos públicos o su jornada laboral para favorecer una opción electoral. Para ser más claros, en Chile ya ha habido grandes polémicas por hechos que en otro país no serían así, como que un ministro asista a un acto de campaña en un vehículo del ministerio, aunque sea fuera de su horario laboral.
Para cada proceso electoral, la Contraloría General de la República imparte instrucciones a los funcionarios e instituciones sobre los alcances de la preferencia. Son estas instrucciones las que, a juicio de la oposición, se estarían incumpliendo con el pretexto de entregar copias del escrito.
Reclamación de oposición
Desde la conservadora Unión Demócrata Independiente, su presidente, el senador Javier Macaya, solicitó al Gobierno la entrega de varios cientos de miles de los 900.000 ejemplares que ordenó imprimir para que puedan ser distribuidos por ellos, como un poder más del Estado (Senadores, diputados de la oposición). Sin embargo, no ha habido respuesta.
Así, la semana pasada -y por primera vez en la historia democrática del país- la Contraloría inspeccionó en terreno el Palacio de La Moneda para una acusación de intervencionismo electoral. Si bien los resultados de los peritajes podrían llegar después del plebiscito, el nivel de involucramiento del ejecutivo con la causa de la Aprobación es tema de discusión en programas de radio y televisión.
Gabriel Boric, en la presentación de la campaña «Chile vota informado», días atrás. Foto: AFP
El plan B del presidente
Gabriel Boric, consciente de las dificultades a las que se enfrentaría su gestión si gana el Rechazo, ha emprendido varias acciones para ordenar sus filas y hacer “más difícil” una votación en contra del texto. El presidente ya indicó que, de ganar esa opción, lanzará una nueva Convención, señalando el cansancio de la ciudadanía con el tema. Una estrategia que, si bien en un principio descolocó a la oposición, fue perdiendo efecto con el paso de los días.
Los estudios del Palacio de La Moneda indican lo mismo que los de los búnkeres: la elección la definirán los moderadosque no estén de acuerdo con el texto propuesto o con la constitución vigente.
Así, si el Rechazo propone reiniciar el proceso para hacer «uno mejor», el joven presidente chileno convocó públicamente a sus simpatizantes a ponerse de acuerdo una batería de reformas a la propuesta, para que los moderados vean en la Aprobación una certeza de que el texto será mejorado.
Sin embargo, la campaña ya entra en su recta final. El domingo se estrenará la franja electoral, el espacio televisivo garantizado por la legislación chilena para publicar cuñas políticas de las opciones. Al mismo tiempo, los equipos se despliegan por todo el país para mejorar la cobertura territorial.
Mientras el Aprobador se enfoca en las regiones, donde tiene mejor desempeño, el Rechazo busca neutralizar a su competidor en la Región Metropolitana, el bastión que le dio a Boric su amplia victoria electoral.
santiago, especial
CB
Quedan 33 días para el plebiscito constituyente del 4 de septiembre en Chile, donde los ciudadanos deberán decidir si aprueban o rechazan el texto propuesto de la nueva Constitución, luego de un año de trabajo realizado por la Convención Constituyente.
La última encuesta de Cadem, este domingo, dio como resultado una ventaja de 10 puntos de intención de voto de Rechazo sobre Aprobación, con 48% y 38% de las preferencias respectivamente.
Las elecciones están marcadas por la desinformación y un sinfín de interpretaciones jurídicas de normas que han dificultado el seguimiento ciudadano del debate.
En ese contexto, el gobierno decidió lanzar una campaña de comunicación denominado “Chile Vota Informado”, que contempla la distribución de más de 900.000 ejemplares de la propuesta constitucional.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, lanzó una campaña informativa sobre el plebiscito por la nueva Constitución. Foto: AFP
Sin embargo, desde la oposición acusan al Gobierno de utilizar la distribución de textos para hacer campaña a favor de la opción Apruebo.
La posición del gobierno
Desde marzo, el gobierno de Gabriel Boric ha establecido una posición clara en la que ha anclado el éxito de su gestión a la aprobación del texto, una correlación que se ha vuelto simbiótica. De hecho, las mismas encuestas de opinión muestran que cuando sube la aprobación del presidente, también sube la opción del yo apruebo y viceversa.
Para entender por qué genera revuelo en Chile que el gobierno pueda estar expresando su opinión, cabe señalar que en este país existe un principio tan antiguo como la república: el de dispensa.
Bajo este principio, ningún funcionario puede utilizar los recursos públicos o su jornada laboral para favorecer una opción electoral. Para ser más claros, en Chile ya ha habido grandes polémicas por hechos que en otro país no serían así, como que un ministro asista a un acto de campaña en un vehículo del ministerio, aunque sea fuera de su horario laboral.
Para cada proceso electoral, la Contraloría General de la República imparte instrucciones a los funcionarios e instituciones sobre los alcances de la preferencia. Son estas instrucciones las que, a juicio de la oposición, se estarían incumpliendo con el pretexto de entregar copias del escrito.
Reclamación de oposición
Desde la conservadora Unión Demócrata Independiente, su presidente, el senador Javier Macaya, solicitó al Gobierno la entrega de varios cientos de miles de los 900.000 ejemplares que ordenó imprimir para que puedan ser distribuidos por ellos, como un poder más del Estado (Senadores, diputados de la oposición). Sin embargo, no ha habido respuesta.
Así, la semana pasada -y por primera vez en la historia democrática del país- la Contraloría inspeccionó en terreno el Palacio de La Moneda para una acusación de intervencionismo electoral. Si bien los resultados de los peritajes podrían llegar después del plebiscito, el nivel de involucramiento del ejecutivo con la causa de la Aprobación es tema de discusión en programas de radio y televisión.
Gabriel Boric, en la presentación de la campaña «Chile vota informado», días atrás. Foto: AFP
El plan B del presidente
Gabriel Boric, consciente de las dificultades a las que se enfrentaría su gestión si gana el Rechazo, ha emprendido varias acciones para ordenar sus filas y hacer “más difícil” una votación en contra del texto. El presidente ya indicó que, de ganar esa opción, lanzará una nueva Convención, señalando el cansancio de la ciudadanía con el tema. Una estrategia que, si bien en un principio descolocó a la oposición, fue perdiendo efecto con el paso de los días.
Los estudios del Palacio de La Moneda indican lo mismo que los de los búnkeres: la elección la definirán los moderadosque no estén de acuerdo con el texto propuesto o con la constitución vigente.
Así, si el Rechazo propone reiniciar el proceso para hacer «uno mejor», el joven presidente chileno convocó públicamente a sus simpatizantes a ponerse de acuerdo una batería de reformas a la propuesta, para que los moderados vean en la Aprobación una certeza de que el texto será mejorado.
Sin embargo, la campaña ya entra en su recta final. El domingo se estrenará la franja electoral, el espacio televisivo garantizado por la legislación chilena para publicar cuñas políticas de las opciones. Al mismo tiempo, los equipos se despliegan por todo el país para mejorar la cobertura territorial.
Mientras el Aprobador se enfoca en las regiones, donde tiene mejor desempeño, el Rechazo busca neutralizar a su competidor en la Región Metropolitana, el bastión que le dio a Boric su amplia victoria electoral.
santiago, especial
CB