La pobreza tiene rostro de mujer

Estamos en temporada de premios Nobel. Uno que ha causado revuelo este año es el hecho de que la Real Academia Sueca de Ciencias haya concedido el Premio de Ciencias Económicas 2023 a Claudia Goldin, profesora de la Universidad de Harvard.

El argumento fue: “para avanzar en nuestra comprensión de los resultados del empleo de las mujeres”. Y aunque parece que Goldin descubrió el hilo negro… lo cierto es que su nombramiento es muy relevante.

Se podría pensar que con la integración de las mujeres al mercado laboral lograda durante la Segunda Guerra Mundial, podríamos haber estado creciendo en el mismo de manera exponencial. Sin embargo, la economía femenina hizo algo así como una letra “U” en los gráficos, porque volvió a caer hasta tocar fondo y subió una vez creada la píldora anticonceptiva.

La Academia Sueca asegura: “A pesar de la modernización, el crecimiento económico y el aumento de la proporción de mujeres empleadas en el siglo XX, durante un largo período de tiempo la brecha salarial entre mujeres y hombres apenas se cerró”. ¿Estaba cerrado? Bueno, tal vez en Suecia y Dinamarca, ya que este último es el único país con absoluta igualdad de género. ¿Cómo se puede ver que estos señores de la Academia nunca han pensado dos veces en las cifras de pobreza?

La población más pobre del mundo es femenina y ni siquiera te digo si son madres solteras. Sin embargo, se dice que Goldin hizo “el primer relato completo de los ingresos y la participación de las mujeres en el mercado laboral a lo largo de los siglos”. Nació en Nueva York en 1946 y es pionera en el análisis de la brecha de género.

¿Dije “GÉ-NE-RO”? A ver si no quiere que Verástegui vaya a Baleares. Pues bien, declaró: “Es un premio muy importante, no sólo para mí, sino para muchas personas que trabajan en este tema y que intentan entender por qué persisten grandes desigualdades”, para mostrar un botón: ella misma fue la primera mujer en lograr un puesto permanente en los departamentos de economía de Harvard y Pensilvania.

Y cierro con una declaración del ganador que pone el dedo en la llaga: “El presentismo del hombre ha empeorado la brecha salarial con las mujeres. Desde los años ochenta, durante más de 30 años, a las mujeres no les ha ido mal gracias a la mejora de su educación, en la que incluso superan al sexo masculino. Sin embargo, ha aumentado el número de hombres que trabajan más horas y que están disponibles para la empresa todo el tiempo. Y eso ha provocado que la brecha se mantenga estancada y no se vea ninguna mejora”.

Por supuesto que es una ultra defensora de que los permisos de paternidad y maternidad sean iguales.

Algo tan simple haría toda la diferencia y si todas las mujeres que se dedican al cuidado del hogar o al cuidado de alguien que está enfermo en casa entraran al mercado laboral remunerado en nuestro país, ¡el PIB aumentaría un 100%! Tentador, ¿verdad?

POR: FERNANDA TAPIA
QUEJAS@FERNANDATAPIA.COM

@TAPIAFERNANDA

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