La Secretaría de Economía en reestructuración

El Ministerio de Economía es el encargado de formular y conducir la política de comercio exterior del país. Su misión es el crecimiento económico a través de la promoción e implementación de políticas públicas que detonen la competitividad y las inversiones productivas.

Es una de las Secretarías que por sus objetivos tiene mayor interacción con el sector privado, debido a que las empresas importadoras y exportadoras frecuentemente deben realizar trámites que dependen de esta institución, tales como: programas de promoción de exportaciones como IMMEX, PROSEC y RETIRARSE; la emisión de certificados de origen para la exportación; permisos previos para la importación de vehículos y minerales; permisos automáticos para la importación de textiles y calzado; avisos automáticos para la importación de productos siderúrgicos; la determinación de cuotas compensatorias; publicar cuotas de importación y exportación, etc.

La Secretaría de Economía también tiene a su cargo la negociación de Tratados de Libre Comercio y organiza el Comité Nacional de Facilitación del Comercio, cuyo objeto es facilitar la coordinación entre las dependencias y las distintas entidades de la Administración Pública Federal para el diseño, ejecución y evaluación de programas y acciones en materia de facilitación del comercio, así como para la implementación y aplicación de las disposiciones del Acuerdo de Facilitación del Comercio de la Organización Mundial del Comercio.

El comercio exterior es una parte vital de esta Secretaría que incluso cuenta con una Subsecretaría dedicada específicamente a esta área: la Subsecretaria de Comercio Exterior.

Con la llegada de la Mtra. Raquel Buenrostro al frente de esta institución, se especula mucho sobre el futuro del comercio exterior de México, que hoy se traduce en casi el 80% del PIB nacional. Hay quienes consideran que ella llegó a este cargo específicamente para defender las disputas comerciales con Estados Unidos que tenemos abiertas en materia energética a través del T-MEC.

Ya se sabe que una de las razones de la renuncia de la exsecretaria Tatiana Clouthier tiene que ver con sus diferencias con el cargo de secretario de Energía, que no da lugar a una negociación con nuestro socio comercial más importante y que en Ante el choque de trenes todo terminaría en un panel de polémica que traería consigo la imposición de aranceles a varios productos mexicanos, acabando con los beneficios del T-MEC, y quizás lo más importante, sembrando desconfianza entre los inversionistas.

Son muchas las empresas, no sólo del sector energético, que esperan una buena negociación con Estados Unidos porque de ello depende el cumplimiento de sus compromisos productivos y ambientales internacionales, como las de la industria automotriz, que ocupan el séptimo lugar en el mundo en la producción de vehículos y la de autopartes que ocupa el primer lugar en América Latina.

Recordemos que nuestro país se ha convertido en un mercado muy atractivo para la inversión por su cercanía al mercado más grande del mundo y las facilidades comerciales que hemos negociado. Entonces el reto que tiene ahora Raquel Buenrostro no es fácil. Ella debe guiarse entre la línea de soberanía nacional que siguió el presidente Andrés Manuel López Obrador con su decreto y todo lo negociado bajo la perspectiva global sobre la que actualmente se sustenta la economía nacional. Esos son los dos polos opuestos del péndulo, el trabajo del nuevo Secretario será negociar lo mejor de ambos mundos. Lo bueno es que Raquel Buenrostro ha demostrado cumplir sus objetivos doblegando incluso poderes que antes eran intocables, y cuenta con todo el apoyo del Presidente, por lo que comienza con el pie derecho.

POR JOSE IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI

EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR

@ignaquiz

CAMARADA

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