Este 2022 fue un año de actividad política sin precedentes. Se impulsaron grandes iniciativas y se construyeron valiosas bases para fortalecer la democracia. En el primer cuarto, la gente salió a las calles para promover la participación ciudadana en la histórica consulta por la Revocación del Mandato. Tras haber recogido 9,8 millones de firmas, el ejercicio fue imparable porque la Constitución así lo garantiza.
El 10 de abril, millones de personas ejercieron su derecho a decidir si el Presidente de la República continúa o no en su cargo. Esta consulta sentó un precedente histórico porque nunca más un presidente será intocable. Si le falla al pueblo lo podemos revocar. Este hecho pone freno al clima de impunidad que teníamos previo al 2018, con los gobiernos neoliberales.
También hubo una batalla por la autonomía energética y el uso de los recursos en nuestro territorio. Aunque la Reforma Constitucional que implicaba un ahorro estimado de 24 mil millones de pesos fue rechazada por los partidos conservadores, el presidente de México y MORENA blindaron la explotación del litio, para utilizarlo únicamente en beneficio de la empresa nacional. Esta iniciativa terminó con la rendición y subordinación a empresas extranjeras.
A mediados de año hubo elecciones en 5 estados: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Donde MORENA obtuvo un gran resultado, ganando 4 gubernaturas en entidades que fueron bastiones importantes del PRIAN, pero que decidieron sumarse a la transformación y despedirse de años de corrupción y atropellos.
Una victoria más de la Cuarta Transformación fue la aprobación de la integración de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que permitirá a este organismo seguir ayudando a los estados a reducir los índices de criminalidad, pacificar territorios y dejar atrás el reclamo de guerra y autoritarismo. .
En el último trimestre se impuso la discusión sobre la Reforma Electoral. La oposición anunció una moratoria constitucional y se negó a hablar. Perdieron la oportunidad de hacer cumplir la voluntad popular y generar ahorros millonarios en beneficio del pueblo. Sin embargo, se aprobó un Plan B que reducirá costos y reorganizará la estructura de las autoridades electorales nacionales y locales, eliminando la Sala Regional Especializada y limitando funciones de las OPLE, entre otros beneficios.
Es claro que hay dos proyectos nacionales abismalmente diferentes en disputa: la Cuarta Transformación que trabaja por y para el pueblo y el bloque conservador que sirve a sus propios intereses. En 2023 seguirá demostrando que somos más los que queremos un México diferente, se verá en las urnas, en el trabajo legislativo y en el territorio.
POR GABRIELA JIMÉNEZ GODOY, PRESIDENTE DE QUE SIGA LA DEMOCRACIA AC
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CAMARADA
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