La venta de televisores 8K a punto de ser prohibida en Europa: estos son los motivos

La Unión Europea avanza con nuevas regulaciones energéticas en medio de la crisis por la guerra en Ucrania.

Si nada cambia, en marzo de 2023 los televisores 8K (7.680 por 4.320 píxeles), los más avanzados del mercado, podrían salir de las estanterías europeas por incumplir una norma energética.

El motivo de la prohibición de estas pantallas es que la Comisión Europea ha fijado un baremo -un conjunto de normas de consumo energético- que ninguna de ellas podrá cumplir, por lo que supone un veto de facto después de estar en el mercado desde 2018.

La prohibición de la tecnología 8K y Micro LED –con pocos modelos en el mercado por su todavía elevado coste, pero considerada la tecnología del futuro– se deriva del cálculo del índice de eficiencia energética (IEE) que la Comisión Europea ha fijado para televisores a partir del próximo año.

La previsión en este momento es que ambos tipos de pantalla consuman la misma energía que las que tienen resolución UHD (4K) para el 1 de marzo de 2023.

Las super pantallas fuera del mercado europeo.

El IEE, las etiquetas con barras de colores que acompañan a los grandes electrodomésticos, se mide, en el caso de los televisores, a partir del consumo por píxel -punto de luz- que tiene cada pantalla.

Las escalas las fijó el Ejecutivo europeo a partir de modelos de los años 2012 a 2017, cuando no existía el 8K.

Así, el IEE máximo para pantallas HD (2.138.400 píxeles) y hasta UHD/4K (8.294.400 píxeles) es el mismo, 0,90. ¿Y para pantallas con mayor resolución? También 0,90. 8K tiene más de 33 millones de píxeles.

Cuando se aprobó el último reglamento sobre pantallas, en octubre de 2019, el texto indicaba que se revisarían las condiciones “a la luz del avance tecnológico” y se presentaría una nueva propuesta, “a más tardar el 25 de diciembre de 2022”. , por el momento, no existe.

La asociación que integra la industria del 8K publicó este viernes un comunicado en el que afirma que si todo sale según lo previsto, la nueva normativa europea «tendrá consecuencias» que afectaránfabricantes de televisores ya sus socios proveedores, así como a los integradores de los mercados profesionales y de consumo de la UE”.

Hay dos razones por las que un televisor 8K consume más energía que uno 4K. Al tener cuatro veces más puntos de luz y más pequeños, la potencia necesaria para obtener la misma luminancia es mayor.

Ocurre tanto con las de tipo QLED como con las OLED. Además, dado que actualmente no hay contenido comercial con esta definición, los televisores 8K deben “rellenar” la diferencia entre los puntos de la imagen y los de sus pantallas mediante un complejo procesamiento de vídeo mediante inteligencia artificial. El resultado es espectacular, pero consume más energía.

8K, sin contenido propio

Sin señal transmite contenido en 8K.

Una de las primeras discusiones que surge en el debate del 8K es siempre el hecho de que ningún proveedor de televisión emite contenidos con esa definición. Es verdad. Pero la nueva propuesta de formato tiene sentido.

Una de las grandes tendencias en el mercado de la televisión es el hecho de que los consumidores quieren pantallas cada vez más grandes. Lo que no ha cambiado es el espacio en el que se ubican. Con cuatro veces la resolución de 4K, 8K hace que los puntos de imagen a una distancia relativamente cercana sean más indistinguibles.

La gran diferencia de imagen que han aportado los televisores 8K es su excepcional procesamiento de imagen mediante inteligencia artificial. La pantalla recibe una imagen en un formato y rellena los puntos que faltan como si la redefiniera de nuevo. En muchos casos, el resultado parece mejorar respecto al original.

Con información de La Vanguardia.

SL

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