Mientras relataba su robo en París en 2016, Kim reveló que habló sobre el robo horas antes de que ocurriera el evento. ¿Por qué? Porque Kim había viajado con todas sus joyas, incluido un anillo nuevo de su esposo. Kanye West.
Lamentablemente, esta conversación del almuerzo se convirtió en una realidad para Kim más tarde esa noche. Como Kim decidió quedarse adentro mientras Kourtney salía, su guardia de seguridad no estaba presente cuando dos hombres vestidos de policías irrumpieron en su habitación.
Kim solo vestía una bata en el momento del robo y pensó que sería agredida sexualmente. En cambio, le ataron las piernas y las muñecas y le colocaron cinta adhesiva sobre la boca y los ojos.
Una emocionada Kim reveló que, antes de ser amordazada, suplicó por su vida. Más tarde, después de que arrestaron a los culpables, Kim se enteró de que era un equipo el que la había robado.
«Me habían estado siguiendo durante dos años antes de este momento», señaló. «No sabía que tenían a alguien en los ascensores, alguien en el frente, alguien que movía la cámara, alguien que rompía la puerta, alguien en el auto de escape. Había todo un equipo de personas que había planeado esto».
¿Qué es más escalofriante? El equipo confesó haber intentado robarle durante un viaje anterior, pero la presencia de Kanye los asustó.
Ella comentó: «Luego dijeron que vieron en las redes sociales que yo tenía este enorme anillo nuevo».