Los jugadores finalmente rompieron el silencio. Alexia Putellas e Irene Paredes irrumpieron ayer por la tarde en la sala de prensa del Gamla Ullevi de Gotemburgo. El escenario que vio la primera Champions del FC Barcelona también fue testigo de un discurso histórico que trascendió al fútbol femenino: “Si nuestra lucha puede servirle a cualquier mujer que pase por una situación como la de Jenni [Hermoso], habrá valido la pena”, afirmó Alexia, quien pidió “tolerancia cero con las personas que han ocultado, aplaudido o incitado a abusos”. “Por ella, por nosotras y por todas las mujeres. No queríamos sentar un precedente. Todo lo que implica tomar partido es tomar posición”, denunció en un emotivo y contundente discurso.
Se han alcanzado acuerdos importantes, creo que estamos ante un antes y un después».
Era la comparecencia más esperada y los jugadores de la selección eligieron a Alexia y Paredes como portavoces, un gesto con alta carga simbólica. Los blaugrana habían sido capitanes de la selección hasta que Jorge Vilda les quitó el brazalete como castigo por desafiarlo en el conflicto de 15. Ayer demostraron que nunca han dejado de ser los líderes de este vestuario. Sus rostros delataban noches de insomnio, pero su voz sonaba más firme que nunca. “Queremos jugar al fútbol en condiciones dignas y eso no ha sido posible hasta ahora. Por eso estamos pidiendo cambios, para que llegue el momento en que los jugadores sólo tengan que dedicarse a jugar, no a si el sistema funciona o si los apoya”, dijo Paredes. Los internacionales siempre han tenido presente que luchan por las generaciones futuras, aquellas a las que el martes decidieron proteger permaneciendo en la concentración: “Tomamos la decisión de quedarnos, no porque estemos cómodos, sino porque creemos que es lo que tenemos que hacer para garantizar que los acuerdos que alcanzamos se cumplan y por responsabilidad hacia la Sub-23. Si no hubiésemos ido seguramente los hubieran llamado y fue como pasarle una bomba a gente que tiene menos experiencia”.
Alexia Putellas mira a Irene Paredes durante su rueda de prensa en Gotemburgo
Nos hemos sentido solos, el CSD entró con fuerza, pero llegó tarde»
Están agotadas, estresadas desde hace muchas semanas, buscando una salida a la peor crisis que se recuerda no sólo en el fútbol femenino español, sino en toda la Federación Española. “Sólo queremos ser futbolistas, pero tuvimos que meternos en la cabeza que eso no era posible”, reconoció Alexia. Los jugadores han aprendido de los errores cometidos, sobre todo en comunicación, hace un año cuando estalló la crisis. 15, y ayer se explicaron alto y claro. “Durante muchas décadas ha habido una discriminación sistemática contra las mujeres. Hemos tenido que luchar mucho para ser escuchados y eso conlleva un desgaste que no queríamos tener”, lamentó el centrocampista blaugrana.
«Siempre he querido proteger y ayudar a los jugadores y a Jenni, que lo ha pasado mal».
La entrada del Consejo Superior de Deportes (CSD) fue decisiva para desbloquear la situación, aunque consideran que tardaron demasiado en intervenir: “El CSD ha entrado con fuerza, y se agradece, pero hasta ahora nos hemos sentido solos. Llegaron tarde y eso se lo hicimos saber”, reconoció Paredes. Aquel encuentro en Oliva (València) supone “un antes y un después”. “Se llegaron a acuerdos que son importantes para seguir adelante. Sabemos que hay cosas que requieren tiempo, pero les tomamos la palabra, se comprometieron y los cambios ya se están dando”, explicó Paredes. El primero, el despido de Andreu Camps como secretario general. Pero no la última: “Aún no se ve la luz al final del túnel. Hay mucho por hacer”. Eso sí, Alexia insistió en que nunca han pedido la salida de nadie: “Nunca hemos pedido ningún despido, no es nuestra responsabilidad”. En el fútbol no podemos dejar de ser transparentes”.

La seleccionadora española Montse Tomé también compareció este jueves en la previa del Sueña-España
Antes de Alexia y Paredes, compareció en sala de prensa la entrenadora Montse Tomé. Su expresión de cansancio y su voz entrecortada reflejaron el difícil momento que atravesaba la asturiana, que contó con el apoyo en su intervención de todo su cuerpo técnico. Dijo sentirse “apoyada” por las jugadoras y confiada: “No siento que no me quieran, no me lo han dicho”, afirmó. Eso sí, reconoció entre líneas que la lista del lunes no era suya, sino la del ya destituido Andreu Camps: “Es algo que se escapa del deporte. «Son cosas que yo no controlo, que otras personas gestionan». Y reiteró su apoyo a los futbolistas y a Jenni Hermoso: “Lo que siempre hemos querido mi staff y yo es proteger y ayudar a los jugadores. «Estar con Jenni, que lo ha pasado mal».
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