las mafias del narco ya votaron en Ecuador

Una mirada uniforme al presente ecuatoriano entrega, inevitablemente, la postal de una región perdida Las imágenes de un derrumbe que no se evitó a tiempo. Es el contexto en el que los ecuatorianos votarán este domingo por el sucesor del presidente Guillermo Lasso.

Son elecciones cruciales, pero funcionan como un faro que ilumina esas calamidades, y que les cuesta despertar al país de su pesadilla. Esto es así porque las mafias de la droga llevan días votando con un reguero de muertos para marcar dónde está el verdadero poder. El más impactante de esos crímenes ha sido el del candidato presidencial anticorrupción, Fernando Villavicencio, pero no fue el único.

Dias despues acribillado Pedro Briones del partido Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa. Pretendieron asesinar a la candidata a diputado, Estefany Puente, y antes de eso cayeron bajo esas balas el alcalde de Manta, Agustín Intriago, y los candidatos a alcalde de Puerto López, Oscar Menéndez y Salinas, Julio César Farachio.

En la televisión, la cobertura periodística de víctimas decapitadas del crimen organizado, la acción de coches bomba y la siniestra aparición de cadáveres de jóvenes colgando de los puentes.

Esas mismas pantallas muestran a los candidatos vistiendo chalecos antibalas en sus actos de campaña, incluso, como en el caso del expresidente Abdalá Bucaram, con esa protección durante el debate electoral de la noche del pasado domingo.

Christian Zurita, con su chaleco antibalas, habla con los periodistas. Es el reemplazo de Villavicencio, también periodista de investigación. Foto AP

Hace unas horas, Christian Zurita, el ex periodista y reemplazo de Villavicencio en su partido Construcciones de movimientoApareció en un video con miles de reproducciones, también con ese escudo. En el mensaje denunció a cinco legisladores que el candidato asesinado había marcado en escritos a la justicia como involucrado en un posible ataque a través de sicarios contra su vida, lo que terminó ocurriendo.

Entre los señalados hay cuatro de la formación que encabeza el expresidente Rafael Correa, objetivo de la investigaciones de corrupción quien encabezo al politico muerto.

Efectos del asesinato

El asesinato tiene efectos políticos. Las encuestas que respaldaban la casi segura victoria de la legisladora Luisa González, postulada por Correa, ahora señalan un posible giro hacia Zurita, como emotiva reacción a ese crimen que expuso el papel de una mafia que convirtió al país andino. el mayor exportador mundial de cocaína.

Un dato menor en este escenario es suficiente para verificar hasta qué punto son manos atadas de las autoridades El gobierno ordenó el 12 de agosto el traslado al penal de máxima seguridad La roca de José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, considerado el delincuente más peligroso del Ecuador.

Es el líder de la mafia Los Choneros. que se disputa el poder con Los Lobos, ambas organizaciones subsidiarias de los cárteles mexicanos, Jalisco Nueva Generación y Sinaloa.

La decisión del Ejecutivo se basó en que este individuo atacó públicamente a Villavicencio porque el político lo nombró en la campaña como un ejemplo del crimen organizado que el país debe amputar de un solo golpe.

Pero cuando se llevó a cabo la operación, un impresionante escuadrón de al menos 150 hombres en poderosas motocicletas, presuntamente armados, llegó hasta el lugar. La rocabloqueando la ruta principal, para exigen el regreso de Fito a la cárcel región de Guayaquil, donde estuvo confinado y que fue su guarida y cabeza de su banda criminal.

Es un dato revelador de otra circunstancia también muy grave. Hace tiempo que el gobierno perdió el control de las prisiones, mutó en los cuarteles desde donde operan y comandan las dos mayores organizaciones narcotraficantes del país.

De ahí compran la obediencia de sus carceleros, de los magistrados, de la función pública y así de toda la escala, como denunció Villavicencio en su legendario libro de arrozuna compilación hecha con Zurita que reveló cómo los agentes públicos manejaron millones de dólares en sobornos durante el correísmo.

Fueron estas pruebas las que tomaron los tribunales para condenar a Correa a ocho años de prisión, por lo que el exjefe de Estado vive como refugiado en Bélgicade donde es su esposa, y que no tiene acuerdos de extradición con Ecuador.

El expresidente Rafael Correa. Foto EFE

Una victoria en estas elecciones permitiría al expresidente Correa construir una salida a ese encierro legal, que atribuye, al igual que sus aliados del eje bolivariano, al fenómeno de la guerra de leyesla coartada que inmunizaría a estos líderes de la investigación judicial, como sucede en Argentina con la vicepresidenta Cristina Kirchner y Donald Trump, gira en EE.UU. con la versión de «cacería de brujas».

El ex presidente tiene esperanzas constantes para ese propósito. El pasado mes de febrero su fiesta Revolución ciudadana se levantó con los alcaldes de las dos principales ciudades del país, Guayaquil y Quito, entre otras cinco ciudades importantes.

Una victoria aplastante, que se llevó a cabo en memoria del período de distribución que se llevó a cabo durante sus gobiernos, cuando los precios del petróleo y la minería alcanzaron niveles altísimos. Un ciclo que ha terminado.

Recordemos, de paso, que Correa mantuvo la dolarización del país, artefacto que hoy cobra peculiar notoriedad en la región. En Ecuador fue inaugurado el 9 de enero de 2000 por el entonces presidente Jamil Mahuad. Lo hizo, cuando no lo hizo, como reacción al incesante alza de la moneda. No fue fácil.

En esa época, un dólar costaba 5 mil sucres. Cuando se dolarizó, el valor saltó a 25 mil sucres, lo que desató una ola de protestas populares que terminó por derrocar a Mahuad. Pero su invento persistió por el apoyo popular a un sistema que entendían estabilizaba al país y que, a su manera, también aprovechan los narcotraficantes.

retos

Volviendo al presente, la victoria de Correa en las elecciones regionales de febrero pasado liquidó literalmente al gobierno de Lasso que, en minoría en el Congreso, comenzó a sufrir un creciente hostigamiento que se materializó en una vítrea maniobra para acusarlo de un presunto delito y forzar su juicio político.

Para evitar ese destino, el presidente disolvió constitucionalmente el Congreso y canceló su propio ciclo Ejecutivo, llamando a elecciones anticipadas. Los de este domingo.

Como señalamos, estas urnas son desafiadas más allá de sus posibilidades. En pocos años, por una combinación letal de complicidad e ineptitud, Ecuador se convirtió en un herramienta ideal para carteles que operan en Perú y Colombia donde hay un auge de los cultivos de coca, lo que aumenta la urgencia de su monetización.

El puerto de Guayaquil, uno de los más transitados de Sudamérica, es un punto clave para el narcotráfico debido a la laxitud de los sistemas de vigilancia. Pasan, según datos recogidos por Los New York Times, 300.000 contenedores cada mes, pero las autoridades solo pueden revisar un mínimo.

La droga se transporta escondida en cargamentos de frutas, cacao o artesanías y son recibidos por una red muy sofisticada y eficiente en el norte del mundo. Es sobre 700 a 800 toneladas de cocaína por año, según el académico Fernando Carrión, especialista en seguridad ciudadana.

La mayor parte se envía a EE. UU. y también a Brasil, donde el consumo es ahora un récord. Otra parte se va a Europa y el resto se queda en Ecuador. Para calibrar lo que es, tenga en cuenta que un kilo de esa droga. que se cotiza en torno a los 2.000 dólares en la región. escala a casi 30 mil en el norte del mundoilustrar a los expertos.

Cheques en las calles por patrullas del ejército, la postal de un país en crisis. Foto EFE

El trasfondo de esta pesadilla autodestructiva es el estados imperfectos, por decir lo menos, que, desde el retorno de las democracias, hace cuatro décadas, en general no han alcanzado la altura que se esperaba.

un informe de latinobarómetrola superlativa encuesta de la región dirigida por la socióloga Marta Lagos de Chile, sintetizó recientemente que a lo largo de ese período fueron nada menos que 21 presidentes condenado por corrupciónno lawfare, 20 no terminaron sus mandatos sumidos en una crisis sin salida y un tercio violó abiertamente las normas de la democracia y los registros institucionales.

Por eso, junto al golpe de las crisis económicas crónicas, esa organización registra una caída del 63% al 48% en la apoyo regional al modelo democrático y que una mayoría de casi el 80% considera que los partidos políticos no sólo son inútiles sino que son parte fundamental del problema.

Es a través de las grietas de estas disfunciones que gana espacio El crimen organizado. Ecuador es un ejemplo decisivo de esta anomalía que no contempla reversiones fáciles. El analista Pedro Donoso advierte en este sentido que el asesinato de Villavicencio es un punto de inflexión: “Lanza un mensaje político contra la democracia, busca demostrar que los delincuentes son los que imponen las reglas”.
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