El calor extremo en Europa occidental está provocando devastadores incendios forestales en Francia y España y una sequía sin precedentes en Italia y Portugal, mientras que Reino Unido ha registrado este martes la temperatura más alta de su historia, con algo más de 40 grados centígrados, medida en Londres Heathrow. Aeropuerto.
Sin embargo, esta no es una excepción. Olas de calor como la que vive actualmente Europa y otras tendencias negativas en el clima serán más frecuentes y se prolongarán al menos «hasta 2060», según el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Este patrón está relacionado con el calentamiento observado del planeta que se puede atribuir a la actividad humana, lo que genera una gran preocupación por el futuro del planeta.
«Las olas de calor son cada vez más comunes debido al cambio climático», dijo Petteri Taalas quien, usando una analogía deportiva, explicó que hemos dopado la atmósfera inyectando más gases de efecto invernadero, especialmente dióxido de carbonopor lo tanto, el calentamiento y otras tendencias «continuarán al menos hasta 2060, independientemente de si tenemos éxito o no en la mitigación del cambio climático».
“En el futuro, este tipo de olas de calor serán normales y veremos extremos aún más fuertes. Hemos lanzado tanto dióxido de carbono a la atmósfera que la tendencia negativa continuará en las próximas décadas y hasta ahora no hemos podido reducir nuestras emisiones globales”, subrayó el experto en una rueda de prensa para analizar la actual ola de calor en Europa, celebrada junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ese sentido, Taalas explicó: «Ya hemos perdido el juego en lo que respecta al derretimiento de los glaciares. Esperamos que el derretimiento de los glaciares continúe durante los próximos cientos o incluso miles de años… el mar continuará durante el mismo período». .
Taalas reflejó la creciente preocupación por los patrones climáticos extremos en su elección de ropa el martes, dijo a los periodistas, eligiendo usar mangas cortas y una corbata roja y azul, en reconocimiento del creciente número de alertas rojas que se disparan en toda Europa.
efectos en la salud
Taalas recordó que en 2003 una ola de calor dejó 75.000 muertos en Europa y subrayó que, aunque ahora hay mejores medios de adaptación, la Organización prevé un aumento de las muertes entre ancianos y personas con patologías previas.
La doctora María Neira, de la Organización Mundial de la Salud, también se pronunció en la conferencia de prensa sobre cómo afecta médicamente a los seres humanos, señalando que las olas de calor representan un desafío porque cuando la temperatura llega a los 41 grados es algo inusual y el cuerpo tiene que luchar para mantener estable la temperatura interna.
Esta lucha genera a su vez cansancio, golpe de calor, hipertensión, hipertermia y alteración del comportamiento, agravado por la falta de descanso nocturno, que afecta incluso a la salud mental.
La contaminación del aire
Las olas de calor también actúan como una especie de cubierta atmosférica, atrapando contaminantes y degradando la calidad del aire, con consecuencias negativas para la salud, especialmente para personas vulnerables como los ancianos.
«El cambio climático está afectando nuestra salud de muchas maneras, no solo a través de las olas de calor, que tienen consecuencias directas«, sino también en otras áreas de atención médica esencial, como el aumento de los niveles de enfermedad, agregó el Dr. Neira, Director de Salud Pública y Ambiental de la OMS.
Explicó que está en juego el acceso seguro a alimentos y agua, ya que los niveles de producción agrícola «están en riesgo», y que «seguramente habrá escasez de agua».
Además, dijo que El 99% de la población mundial respira aire que no cumple con los estándares sanitarios establecidos por la ONUque tiene un gran impacto en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas.
Efectos en la agricultura y el turismo
El director general de la Organización Meteorológica Mundial también alertó sobre los efectos de estos fenómenos meteorológicos extremos en la agricultura, ya que se marchitan las mieses antes que las siegas.
«Esperamos ver grandes impactos en la agricultura. Durante las olas de calor anteriores en Europa, perdimos muchas cosechas. Y en la situación actual, ya tenemos la crisis alimentaria mundial debido a la guerra en Ucrania, esta ola de calor va a tener un mayor impacto negativo en las actividades agrícolas», advirtió Taalas.
Las olas de calor también repercutirán en el turismo del sur de Europa ya que, como indica la funcionaria de la ONU, no es muy agradable visitar sitios turísticos de países como Grecia, Italia, España y Portugal con temperaturas que rondan los 40 grados.
Robert Stefansky, jefe de Servicios Climáticos Aplicados de la OMM, dijo que se espera que este martes se haya alcanzado el pico de la actual ola de calor en Reino Unido, Francia y Suiza, aunque se espera que se prolongue algunos días. más.
Stefansky recordó que aún no se ha batido el récord de temperatura en Europa, registrado en la isla italiana de Sicilia el año pasado, cuando se alcanzaron los 48,8 grados centígrados, pero indicó que ayer el servicio meteorológico portugués observó una temperatura de 47 grados.
“Nuestra preocupación es que estos registros se produzcan cada vez más cerca en el tiempoañadió Stefansky.
Cuenta regresiva de imágenes climáticas/Andrew Watson
Una estación de paneles solares en Andalucía, sur de España.
La clave es la ambición.
Para el Dr. Neira, “la mejor solución será, una vez más, ser muy ambiciosos a la hora de abordar las causas de este calentamiento global”.
“Llevamos mucho tiempo advirtiendo que el cambio climático está afectando mucho la salud humana”, lo que repercutirá también en la lucha por alcanzar las emisiones netas de carbono, y en la crucial transición hacia fuentes de energía limpias y renovables, subrayó.
Finalmente dijo que se teme que en las próximas semanas haya más muertes entre ancianos y personas con problemas de salud preexistentesdebido a la ola de calor que se está produciendo, con los consiguientes retos de los sistemas sanitarios, para hacer frente a la creciente demanda.
Con información de un.org