El daño económico de las restricciones de viaje de Covid-19 se está acumulando, y más empresas están reteniendo grandes inversiones o posponiendo decisiones debido a que los cierres de fronteras y las demoras de visas obstaculizan las operaciones por más tiempo de lo esperado.
La situación ha sido más aguda en Asia, donde los gobiernos, preocupados por la variante Delta, se niegan a levantar las restricciones que han limitado los viajes durante más de un año. China ha mantenido sus fronteras casi cerradas desde marzo de 2020. Japón, Australia, Singapur y otros países todavía están bloqueando fronteras o requiriendo largas cuarentenas para los visitantes.
Fuente: WSJ