El ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, se mostró optimista este sábado de que las economías del G7 alcanzarán un acuerdo fiscal global que puede «cambiar el mundo» y ayudar a pagar la deuda acumulada durante la pandemia del coronavairus.
Las economías más desarrolladas del planeta, reunidas en el G7, están cerca de llegar a un acuerdo que cree nuevos pilares para la fiscalidad internacional, reduzca la competencia entre países por ofrecer ventajas fiscales y obligue a los gigantes digitales a pagar impuestos donde obtienen beneficios.
El Reino Unido, anfitrión de la reunión de dos días de ministros de Hacienda del G7 que concluye este sábado en Londres, se ha declarado «optimista» sobre un pacto estos días, y los primeros pronunciamientos de los responsables presentes en la reunión han reforzado esa impresión. .
En una declaración al BBC recogido por EfeEl ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, se ha mostrado optimista este sábado de que las economías del G7 alcanzarán un acuerdo fiscal global que puede «cambiar el mundo» y ayudar a pagar la deuda acumulada durante la pandemia del coronavairus. Scholz ha indicado que está «totalmente seguro» de que el G7 aceptará un impuesto de sociedades y que un mínimo del 15% puede ayudar a hacer frente a la deuda.
Si se llega a un acuerdo, «esto ayudará a los países en los que vivimos a financiar sus tareas y sobre todo después de la crisis del Covid, a defender la salud de la población y defender la economía», añadió.
El ministro de Hacienda francés, Bruno Le Maire, se ha posicionado en la misma línea en las últimas horas. «Estamos a un milímetro de un acuerdo histórico», dijo a la BBC. Francia es uno de los países que más ha luchado por la reforma desde el inicio de las negociaciones hace ocho años.
Dos pilares
Si se cumplen las previsiones, el G7 acordará los llamados «dos pilares» de la reforma. Por un lado, se fijaría un tipo impositivo mínimo para las multinacionales. Por otro, se impondrán reglas para que los gigantes de la economía digital paguen sus beneficios en los países donde los obtienen, y no solo donde tienen su sede física.
El Reino Unido es el país de los siete del grupo que ha mostrado más reticencia a establecer un impuesto mínimo común para las empresas.
Esta reunión, previa a la cumbre de líderes de la próxima semana en Cornwall (suroeste de Inglaterra), también busca soluciones a los desafíos de la economía digital y fortalecer el papel de los mercados financieros en la lucha contra la crisis climática.
Si el acuerdo fiscal global tiene éxito, aún debe ser evaluado por el G20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).