Los ciberataques a la salud ya se dispararon antes de la pandemia. El sector es uno de los principales objetivos de estos ciberataques, que ha supuesto un coste mundial de 5,5 millones de euros en los últimos cinco años, según datos de la aseguradora. Beazley infringe Insights.
En promedio, durante los últimos cinco años, fallas en los sistemas de seguridad y fuga de información de salud ha concentrado el 41% de todas las infracciones informáticas.
El estudio clasifica a la salud como la industria más atacada por los ciberdelincuentes, especialmente después de la pandemia, cuando los ataques aumentó en un 150% en comparación con el mismo período anterior a la llegada del coronavirus.
Tras la pandemia, los ataques aumentaron un 150% respecto al mismo período anterior a la llegada del coronavirus
Tres de cada diez ataques estaban relacionados con la piratería o malware. El 17% de los ataques están relacionados con programas de prueba y otro 6% con dispositivos portátiles. El riesgo podría aumentar en el futuro con el aumento de dispositivos médicos conectados y se espera que alcance el 68% en 2025.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha advertido sobre este problema a escala mundial. En este sentido, diversas instituciones abogan por incrementar las inversiones en ciberseguridad en todo el sector salud, adaptando la transformación digital de la salud bajo un gran paraguas de protección.
Este tipo de medidas deberían permitir que la información del paciente se comparta de forma segura, así como evolucionar hacia la integración de la historia clínica y los datos del paciente.
Los ciberataques a la salud ya se dispararon antes de la pandemia. El sector es uno de los principales objetivos de estos ciberataques, que ha supuesto un coste mundial de 5,5 millones de euros en los últimos cinco años, según datos de la aseguradora. Beazley infringe Insights.
En promedio, durante los últimos cinco años, fallas en los sistemas de seguridad y fuga de información de salud ha concentrado el 41% de todas las infracciones informáticas.
El estudio clasifica a la salud como la industria más atacada por los ciberdelincuentes, especialmente después de la pandemia, cuando los ataques aumentó en un 150% en comparación con el mismo período anterior a la llegada del coronavirus.
Tras la pandemia, los ataques aumentaron un 150% respecto al mismo período anterior a la llegada del coronavirus
Tres de cada diez ataques estaban relacionados con la piratería o malware. El 17% de los ataques están relacionados con programas de prueba y otro 6% con dispositivos portátiles. El riesgo podría aumentar en el futuro con el aumento de dispositivos médicos conectados y se espera que alcance el 68% en 2025.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha advertido sobre este problema a escala mundial. En este sentido, diversas instituciones abogan por incrementar las inversiones en ciberseguridad en todo el sector salud, adaptando la transformación digital de la salud bajo un gran paraguas de protección.
Este tipo de medidas deberían permitir que la información del paciente se comparta de forma segura, así como evolucionar hacia la integración de la historia clínica y los datos del paciente.