Lula envía a su principal asesor internacional a Ucrania para intentar exhibir neutralidad en la guerra

El enorme problema de Ucrania fue presentado como un desafío de coherencia en el gobierno de Lula da Silva, pero el líder del PT no parece exhibir prisa para desenredar esa madeja incómoda.

Se acaba de revelar que planea enviar a su principal asesor en temas internacionales, Celso Amorim, un veterano diplomático que sobrevuela la cancillería de su protegido Mauro Vieira, y que está quien diseña la política exterior del nuevo gobierno lulista.

Sin embargo, no hay claridad respecto a la fecha en la que se realizará este viaje, el cual debe ser de especial importancia por diversas razones. Uno muy simbólico, Amorim fue recientemente en el Kremlin saludando a Vladimir Putin quien invitó al presidente brasileño a visitar Moscú. Llegar a Kiev equilibraría un poco ese gesto.

Eso fue antes de la gira del jefe de Estado a China al frente de una nutrida delegación de empresarios. Después de salir de Beijing, el líder del PT arremetió contra Estados Unidos y la Unión Europea, exigiendo que dejar de enviar ayuda militar a Ucrania y poner fin a las sanciones a Rusia.

En estos discursos a la prensa, reiteró su vieja convicción de que la guerra es responsabilidad de los dos países por igual, sin diferenciar que los rusos invadieron a sus vecinos hace un año y desde entonces han hecho llover hierro y horror sobre ellos. Ucrania estaba especialmente irritada por esos comentarios.

Lula da Silva en Lisboa con su colega portugués Marcelo Rebelo de Sousa este sábado 22 de abril. AFP

Este martes Lula, que está en Lisboa, hablará en el Congreso portugués. Esa gira y la próxima en España, tiene como motivo alternativo tratar de desarmar las sospechas en todo el mundo por la posición del PT que pondría a Brasil del lado de Rusia en el conflicto.

Lavrov en Brasilia

La visita que el canciller ruso Sergei Lavrov realizó el lunes a Brasilia impactó en Europa, y en especial en Ucrania, una fuerte señal brasileña contra el aislamiento que la comunidad internacional decidió en contra del agresor Rusia, pero también con el visitante exponiendo públicamente el “enfoques similares” de los dos gobiernos sobre la situación internacional.

Lula aprovechó la visita a Portugal para dar a conocer el viaje de Amorim allí, aprovechando que un enorme colectivo ucraniano cuyos líderes han anunciado que no se sumarán a las marchas de repudio a la presencia del brasileño que están preparando formaciones populistas y nacionalistas de derecha como Chega.

Lula también utilizó a su ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Márcio Macedo, una cartera central en la agenda diaria del presidente, para expresar solidaridad brasileña con las víctimas de la guerra durante un encuentro que este funcionario mantuvo con la dirigencia ucraniana en Lisboa.

Funcionarios brasileños sugieren confusión en la reacción del mundo a las declaraciones del jefe de Estado sobre la guerra. Destacan que buscan la paz. Y proponen impulsar una comisión internacional con naciones consideradas neutrales para que intervengan entre los dos bandos y logren un alto el fuego en principio.

Esta iniciativa, que sería una elaboración de Amorim, incluye entre esos países a China, que no es precisamente neutral en el conflicto que nunca ha condenado y que nunca ha llamado guerra sino crisis o similar, como postula el Kremlin.

Excanciller y asesor internacional de Lula, Celso Amorim

Además, Pekín No ha mostrado interés por la idea brasileña. Más bien, observa con cierto consuelo cómo se desarrolla una guerra que en sus documentos oficiales considera estancada.

Ya antes, en los gobiernos anteriores del PT, Lula también puso un listón muy alto a la influencia brasileña en la agenda internacional, proponiendo mediar en el conflicto nuclear entre EE.UU. e Irán, sin tener ninguna repercusión. Tampoco logró el éxito en un reto menor de aquellos años para acercar a la Venezuela chavista a la Colombia Uribe.

El periódico Folha de São Paulo Recordé en estas horas que en una reciente entrevista que este periódico le hizo a Amorim sobre el impacto internacional del conflicto y en particular con Estados Unidos, el asesor de Lula dijo que ambos gobiernos tienen mucho en común en términos de política social y económica.

También elogió la «actitud positiva» de Joe Biden ante el proceso electoral en Brasil. Pero afirmó que «esto no nos obliga a tener que seguir todas las opiniones que [EE.UU.] tener. Podemos diferir».

El problema, a juicio de los analistas, especialmente europeos, es que no hay lugar para contradicciones en la caracterización de un conflicto establecido por un país grande sobre uno pequeño al que el primero niega su derecho a la soberanía. De esta manera, rompe el orden jurídico internacional y viola los derechos humanos. Diferir en ese tema deja a Brasil en una Situación incómoda.

El escritor y periodista Joao Gabriel de Lima escribió este sábado en estado que a los europeos les cuesta descifrar a Lula. “Él votó a favor de una resolución de la ONU que designa a Rusia como un estado agresor y firmó una declaración contra Putin junto con Biden”.

«Esta semana recibió al canciller Lavrov -añade- y no cuestionó su afirmación de que Brasil y Rusia tenían «puntos de vista similares» sobre la guerra. ¿A cuál de los dos Lulas deberían creerle? ¿Lula allá o Lula aquí?.
Brasilia. La entrega especial

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