Mucho se ha dicho sobre el papel de las empresas de alimentos en la inflación. El caso de la tortilla de maíz ha sido particularmente notorio. En las conferencias del presidente Andrés Manuel López Obrador este sector ha sido observado con lupa.
Incluso la Procuraduría Federal del Consumidor, ricardo sheffieldvino a atacar a Gruma, la empresa Juan Antonio González Moreno, por supuestamente promover la suba del precio del maíz y la tortilla. Esa presión a Gruma se le quitó cuando firmó hace unas semanas la adenda al Acuerdo contra la Inflación y la Escasez presentada por el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O..
Pero si se quiere observar lo que realmente ha sucedido con esta importantísima empresa de harina de maíz, vale la pena mirar el reporte trimestral que presenta Gruma a la Bolsa Mexicana de Valores.
Este informe muestra de manera transparente la forma en que Gruma no solo no especuló con los precios de la harina de maíz nixtamalizado o de la tortilla, sino que absorbió gran parte del incremento de costos que tuvo y resultó en una caída trimestral en su operación en México. Los datos no mienten.
Durante el tercer trimestre del año, entre julio y septiembre, Gimsa —la subsidiaria de Gruma enfocada en el mercado mexicano— registró ventas por 372 millones de dólares, lo que representó un aumento de 18 por ciento en comparación con los 314 millones de dólares vendidos un año atrás. Esta situación se explica por “la transferencia de costos y gastos adicionales a resultados”; es decir, la empresa tuvo que subir los precios para hacer frente a su funcionamiento.
Pero la esencia del asunto se revela más adelante, cuando se ve el aumento en el costo de ventas, ¡que fue del 22 por ciento!, derivado de «un mayor costo del maíz» y «los altos precios de los combustibles».
¿Qué significa esto? Que, si bien los ingresos aumentaron a una tasa de 18 por ciento, los costos lo hicieron en mayor proporción, al subir 22 por ciento en la comparación anual.
El resultado de lo anterior es que, en el trimestre, esta división de Gruma desplomó su utilidad de operación en 17 por ciento. En términos coloquiales esto se llama solidaridad con tus clientes; es decir, la empresa no reflejó en su totalidad el aumento de costos que debió enfrentar. En resumen: se tragó los costos, en beneficio del consumidor.
Y a ver si por la mañana hay alguien que al menos registre eso, porque los políticos son buenos para señalar con el dedo, pero no actúan igual cuando los datos revelan una realidad diferente respecto al comportamiento que creían ver en los mexicanos. Comunidad de Negocios.
AT&T
La empresa que dirige en México Mónica Asper informó que rompió la barrera de los 100 millones de pesos en EBITDA en el tercer trimestre de 2022.
POR CARLOS MOTA
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