Mátalos en caliente | El Heraldo de México

El obradorismo ha militarizado la acción policial y ha ido más allá de lo que habían intentado los gobiernos de Calderón y Peña Nieto. ¿Eso es lo que querían los votantes de López Obrador en 2018? sospecho que no Y sin embargo, eso es lo que sucede.

Esta política equivocada y errática ya está cobrando vidas inocentes. El último episodio de esta historia, que lamentablemente será cada vez más letal si continúa, fue el asesinato de cinco jóvenes en Nuevo Laredo a manos de militares adscritos a la SEDENA.

Hay dos versiones de lo sucedido. Uno proporcionado por el ejército y otro por vecinos y familiares de los jóvenes asesinados. La segunda versión es más creíble y, de ser cierta, constituiría una acusación muy grave contra la actual política de seguridad, ya que sugeriría que los militares tienen licencia para matar civiles. Aún así, la versión de la SEDENA no logra dar una explicación razonable de su desastrosa actuación. ¿Pueden elementos militares perseguir un automóvil tripulado por civiles y luego matarlos porque iban a exceso de velocidad o porque los perseguidores escucharon un ruido que les pareció extraño? ¿Que sigue? asesinar en masa a personas inocentes en un mercado porque algún militar escuchó algo sospechoso?

¿O el próximo objetivo podrían ser los ciudadanos que marchan a favor de la democracia? No debemos olvidar que López Obrador ya ha amenazado con cometer atrocidades masivas contra quienes protestan contra él.

Al parecer la Comisión Nacional de los Derechos Humanos está averiguando lo sucedido. Pero uno no debe ser demasiado ingenuo para suponer que algo positivo saldrá de estas «investigaciones». En un comunicado, la CNDH incluso censuró a los medios de publicar historias sobre el episodio, sugiriendo que esto sería contraproducente. Recuerdo cuando la CNDH era aliada de los periodistas pero ya no es así.

La presencia de elementos de la Guardia Nacional en el Metro de la Ciudad de México es algo inédito que ahora debe verse a la luz de los hechos en Nuevo Laredo. Seamos claros: las Fuerzas Armadas están en el Metro porque el gobierno capitalino ha decidido vigilar a la ciudadanía y se ha negado a responsabilizarse de sus acciones que han provocado la pérdida de vidas y el desmantelamiento del Metro. El gobierno de la ciudad juega con fuego al mantener a las fuerzas militares en el Metro, que en cualquier momento podrían reaccionar de forma exagerada ante supuestas provocaciones con resultados letales.

No es demasiado tarde para que el régimen dé marcha atrás en su política de militarización de la vida nacional. Pero para eso se requeriría un cambio radical de mentalidad y visión. A juzgar por la tontería del gobierno de mantenerse firme en sus acciones, no parece haber mucho lugar para el optimismo. Cada día es más evidente que las fuerzas militares no están preparadas para cumplir funciones policiales. Eso debería ser obvio, ya que tienen otro mandato.

Por ahora, la noticia de los jóvenes asesinados por militares merece dar la vuelta al mundo. La indignación crece por doquier, pero el gobierno federal parece asumir como propia la consigna porfiriana: «Mátalos en caliente».

POR GUSTAVO DE HOYOS WALTHER

PRESIDENTE DEL CNLE

@GDEHOYOSWALTHER

CAMARADA

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