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McKinsey se enfrenta a una investigación criminal en Estados Unidos por su trabajo para fabricantes de opioides, lo que aumenta la presión sobre una empresa que ha pagado casi mil millones de dólares para resolver demandas civiles de que sus consejos alimentaron una epidemia de adicción a las drogas.
Los fiscales federales también están investigando si la firma obstruyó la justicia con sus acciones cuando aumentaban las preocupaciones sobre el trabajo, según una persona familiarizada con la investigación.
McKinsey se ha enfrentado a repetidas afirmaciones de que su trabajo para Purdue Pharma, el fabricante de OxyContin, y otros fabricantes de medicamentos contribuyó a la crisis de opioides en Estados Unidos al asesorar a las empresas sobre cómo impulsar las ventas.
La firma ha insistido anteriormente en que su asesoramiento era legal, pero dijo que ha renovado la forma en que decide qué clientes aceptar y que no ha realizado trabajos relacionados con los opioides desde 2019.
La firma también despidió a dos socios que discutieron la eliminación de documentos relacionados con su trabajo con opioides en correos electrónicos que se hicieron públicos en 2020.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha estado investigando el trabajo de McKinsey durante varios años, según la persona, y ahora se ha creado un gran jurado en Virginia para escuchar las pruebas. El gran jurado decidirá en última instancia si se presentarán cargos penales.
Otro cliente de McKinsey, la ahora en quiebra Endo International, dijo en una presentación regulatoria el mes pasado que la oficina del fiscal estadounidense para el distrito occidental de Virginia, que es parte del departamento de justicia, había citado dos veces «documentos relacionados con McKinsey & Company», en 2020 y 2021.
El Wall Street Journal informó por primera vez sobre la investigación criminal y la existencia del gran jurado el miércoles. McKinsey y el Departamento de Justicia declinaron hacer comentarios.
McKinsey ha pagado casi mil millones de dólares en acuerdos desde 2021 con demandantes, incluidos estados y gobiernos locales de EE. UU., que buscan una compensación por los costos de lidiar con una epidemia de adicción.
La crisis de los opioides se ha cobrado la vida de cientos de miles de estadounidenses, y las sobredosis son la principal causa de muerte entre adultos de entre 18 y 45 años. En 2023, más de 112.000 estadounidenses murieron por sobredosis, una cifra récord, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.