Cuatro regates en un partido. Cuatro entre los 14 jugadores que jugaron. Cuatro en los más de 90 minutos. Hubo una noche, la del 10 de abril, en la que el Barcelona sólo pudo completar cuatro fintas. Uno de Ansu Fati, uno de Gavi, uno de Koundé y otro de Balde. Nadie más. También lo fue en el Camp Nou, un estadio que a las defensas les parece grande y, por tanto, los delanteros tienen un poco más de espacio para enfrentarse. El rival era el Girona. Casi sin desequilibrio, el marcador no se movió. Es uno de los déficits que ha detectado el cuerpo técnico azulgrana y que la vuelta de Leo Messi paliaría al instante.
La llegada de Messi al Barcelona, como Último baile, sería un reclamo muy potente para la temporada que el equipo tendrá que mudarse a Montjuïc. Con los actuales The Best en sus filas, la expectación en las gradas estaría garantizada. Además, el final de la historia actuaría sentimentalmente como un imán para los patrocinadores, algo que el club también necesita. Pero la clave es que reforzarlo sería rentable en el campo. De eso, el técnico Xavi Hernández no tiene ninguna duda.
0-0 en el Camp Nou
Ante el Girona en abril, el Barça solo completó cuatro regates
El argentino, a sus 35 años, sigue siendo un maestro del regate. Sin tener la explosividad del gol del Getafe -han pasado más de quince años-, el crack conserva la virtud de romper cinturas cuando encara. En la Ligue 1 nadie ha regateado más que él este curso. Hasta 103 veces salió con éxito de su par, siete veces más que Doku, el joven belga del Rennes. Casi 30 más que el veloz Mbappé. Seis de cada vez que intentó el uno contra uno superó al defensor.
Unos números que no tienen comparación en la plantilla azulgrana, que por momentos, como en la eliminatoria ante el United en la Europa League, vio las costuras en el frente de ataque. Dembélé y Raphinha juntos (53 y 46) no llegan a la centena. Lewandowski y Ferran Torres se quedan en la treintena.
El que se enfrenta con más éxito
Nadie en la Ligue 1 ha amagado más veces (103) que el argentino esta temporada, casi una treintena más que Mbappé
La campaña de Messi no es solo el Mundial que ganó. En Qatar 2022, un torneo que duró menos de un mes, con viajes cortos, el capitán albiceleste se mostró motivado y multiplicado para llevar a Argentina al título, el ansiado tercer Mundial de su país. Leo marcó en octavos de final, cuartos, semifinales y dos goles en la final.
Pocos jugadores son tan conocidos como Messi. A su edad, ha jugado 53 partidos desde agosto hasta el primer fin de semana de junio. Eso incluye 41 con PSG, siete de la Copa del Mundo y cinco amistosos con Argentina. Solo en uno, en la preparación ante Jamaica, salió desde el banquillo.
Resistente
A su edad ha jugado 53 partidos desde agosto hasta el primer fin de semana de junio
Nunca fue un futbolista físico pero su resistencia está fuera de toda duda. Pero es que su aportación y su influencia en el juego están a otro nivel. En los últimos diez meses de competición ha marcado 37 goles, 21 con el PSG y 16 con la albiceleste. Pero como nunca fue sólo rematador sino conductor, ha aportado 25 asistencias, la mayoría con el club parisino. No es de extrañar que, además de los dos títulos de Liga ganados, Mbappé haya sido el máximo goleador de esos dos campeonatos gracias a la visión de juego del argentino.
En total, Messi ha intervenido en 62 goles. En el Barça, Lewandowski, que sí es un hombre del área, ha celebrado 33 goles, más dos con Polonia en el Mundial, y ha dado 8 pases decisivos (y otro con la selección). Lejos quedan los números de Raphinha con 10 goles y 12 asistencias en su primer año como blaugrana o dembélé (8 más 9) estando tres meses lesionado. Ambos pasaron muy desapercibidos en el Mundial.
Entre PSG y Argentina
En total, Messi ha intervenido en 62 goles: ha marcado 37 goles con el club parisino y ha repartido 25 asistencias
Messi tiene talento, con el último pase y capacidad de intimidar, pero también con las jugadas a balón parado y los tiros desde fuera del área. El Barça no marca una falta desde que se fue. El argentino ha marcado dos goles con el PSG esta temporada. El salto de calidad sería innegable. Y Xavi se lo imagina como doble delantero (como con Scaloni), centrocampista (como en el PSG con Galtier) o incluso como interior o falso extremo. Porque Messi tuvo mucho y retiene mucho.