Un fiasco más, una forma más de perder dinero, un fraude a la nación. 816.800 millones de pesos tirados para comprar algo menos que chatarra y, lo peor de todo, el anuncio de gastos futuros e innecesarios que solo traerán pérdidas al Estado. Entiendo que para los ex trabajadores de Aviación Mexicana yEste acuerdo, tras un largo tiempo de dolor e incertidumbre, significa al menos una pequeña compensación por tantos años de injusticia laboral. Pero eso no quiere decir que para el país lo que acaba de hacer la 4T sea un buen negocio.
Lo que compró el obradorismo con esos 816,8 millones de pesos fue la marca (407,8 millones), un centro de formación (210,7 millones), dos edificios y un simulador de vuelo (200 millones). Esto se traduce en el pago de la liquidación de los ex trabajadores de la mencionada aerolínea. Alrededor del 10% de su parte justa, por lo que ni siquiera se hizo justicia.
Entonces, para dar tráfico a AIFA, el gobierno compró lo descrito anteriormente pero no compró aviones. Esos tendrán que ser alquilados; adicionalmente utilizarán el avión presidencial que AMLO nada más falló en vender. El capricho de Andrés Manuel de tener un aeropuerto casi inútil que le ha costado a la Nación, solo en subsidios, 144 millones de pesos en 2022, que para este año se estima en más de 800 millones. Un aeropuerto donde aterrizaron Joe Biden y Justin Trudeau, pero que no es utilizado a diario, ni siquiera por el presidente.
¿Por qué gastar más de $800 millones en una aerolínea que no puede viajar al extranjero? ¿Ni siquiera tiene aviones? ¿Qué faltan estudios de viabilidad económica que sugieran la existencia de un mercado para que sea un éxito? El negocio de la aviación es complicado en todo el mundo. Aún hoy, aunque se ha recuperado de la pandemia, aún no ha alcanzado los niveles necesarios para ser considerado un motor de crecimiento.
Se esperaría que la aerolínea fuera rentable, segura y atractiva para el pasajero. De lo contrario, las posibilidades de quiebra aumentan. Si una aerolínea no llega a ciertos destinos, significa que no hay suficiente demanda, e ir a donde ya vuelan otras genera canibalización entre compañías, llevándolas a la quiebra.
México lleva más de un año perdiendo la Categoría 1 en aviación. Más de un año donde las aerolíneas extranjeras se han beneficiado de que las aerolíneas mexicanas no puedan abrir nuevos destinos en el extranjero. ¿Y a qué solución llegan en Regeneración Nacional? Establecer una aerolínea «cívico-militar» que no podrá ingresar a muchos países por razones de seguridad nacional. Encomendar una nueva tarea al Ejército, que no debe realizar. Permitir que las aerolíneas extranjeras hagan cabotaje en México… La combinación perfecta para terminar de arruinar la industria aérea nacional y dejar que Mexicana bis termine siendo inoperante.
El gobierno mexicano requería ese dinero para llevar a cabo funciones que eran realmente necesarias, ¡entre ellas recuperar la seguridad de la aviación de categoría 1! De esa talla el despropósito de esta administración.
Seguimos pagando el fraude de los «Agronitrogenados» del sexenio de Peña Nieto; Ahora bien, quienes dicen que “no son los mismos” ya iniciaron un nuevo fraude que en esencia sigue los mismos patrones que aquel, pero que será —de lejos— sustancialmente más oneroso y dañino para los contribuyentes.
POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO
MAÍZ
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