El cambio climático ha sido descrito como la mayor amenaza para la salud mundial en este siglo, debido a los riesgos para la salud y las enfermedades asociadas a las altas concentraciones de contaminantes en la atmósfera, los cambios en los patrones climáticos y el impacto en la calidad y disponibilidad de los recursos naturales.
Ante este escenario, un número importante de países está buscando alternativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y así evitar que el calentamiento global supere los 2°C respecto a los niveles preindustriales, compromiso establecido en el Acuerdo de París.
Uno de los esfuerzos se centra en el desarrollo del Hidrógeno Verde como sustituto de los combustibles fósiles, ya que se trata de un compuesto sostenible, con índice de contaminación cero. A diferencia de los procesos utilizados actualmente para la obtención de hidrógeno, que implican la quema de gas natural, para producir Hidrógeno Verde se utiliza la electrólisis del agua, con el uso de fuentes de energía renovables como la solar o la eólica.
Por sus condiciones geográficas, México tiene el potencial para ser líder regional en su producción y distribución, así como en el desarrollo de tecnologías que permitan reducir costos, haciendo más eficiente su obtención y transporte.
Para que esto sea una realidad, es necesario que el gobierno y la sociedad, y en especial el sector privado, lleven a cabo planes y estrategias que permitan establecer este vector energético como una de las principales fuentes de abastecimiento energético, ya sea para uso industrial procesos, para el transporte marítimo, terrestre y aéreo, o para la generación de energía eléctrica. Esto permitiría descarbonizar nuestra economía y sentar las bases de un modelo de desarrollo sostenible, centrado en el uso racional de los recursos naturales.
IMPACTO POSITIVO EN EL MEDIO AMBIENTE Y LA ECONOMÍA
Los datos que ofrece la Asociación Mexicana del Hidrógeno (AMH2) son alentadores. Se estima que la industria del Hidrógeno Verde podrá reducir 53 millones de toneladas de dióxido de carbono para el año 2050, lo que equivale a una disminución del 14 por ciento con respecto a 2019.
Además del ámbito ambiental, también existe un importante componente económico: si se generaliza su uso, se podrían generar en nuestro país unos 3,2 millones de empleos, con un impacto de 46 mil millones de dólares en el Producto Interno Bruto (PIB), entre el años 2025 y 2050. Recordemos que los avances tecnológicos suelen implicar la apertura a nuevos campos de investigación, así como la creación de nuevas fuentes de trabajo, lo mismo ocurriría en el campo que nos ocupa.
La ubicación de México, las fuentes de agua con las que cuenta, sus acuerdos comerciales y las rutas marítimas y terrestres a su disposición son factores que le permitirán alcanzar una posición de ventaja frente a otros países que impulsan esta alternativa. Pero es, sobre todo, el talento y la capacidad tecnológica instalada en nuestro país, lo que le permitirá ser líder en la materia.
Otros países ya han desarrollado estrategias para el uso del hidrógeno para descarbonizar su economía, como Japón, China, Corea del Sur, Australia, Alemania, Arabia Saudita y los Países Bajos. En nuestro continente, Chile ha anunciado un ambicioso proyecto para el desarrollo de tecnologías que permitan utilizar el Hidrógeno Verde como vector energético complementario a otras fuentes renovables. Será fundamental intercambiar experiencias y buenas prácticas con todos ellos para acelerar la transición energética en beneficio del planeta.
PLANES MÁS AMBICIOSOS EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
En días pasados, durante la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) en Egipto, el canciller Marcelo Ebrard anunció el compromiso de nuestro país de incrementar, del 22 al 35 por ciento, la reducción de emisiones para el año 2030.
Con el apoyo de Estados Unidos, y en presencia de John Kerry, Enviado Especial para el Clima, el Secretario de Relaciones Exteriores indicó que habrá una inversión de 48 mil millones de dólares para duplicar la generación de energía a partir de fuentes renovables, como la solar. , eólica, hidroeléctrica y geotérmica, lo que plantea el desafío y las responsabilidades ambientales, en particular las estipuladas en la Agenda 2030.
En este contexto, Hidrógeno Verde debe ser un complemento a los esfuerzos institucionales que permitan cumplir con las metas que se ha trazado nuestro país en materia de combate al cambio climático. Después de todo, hay esperanza ante el mayor desafío al que se ha enfrentado la humanidad en su historia reciente.
POR JAVIER LÓPEZ CASARÍN
EXPERTO EN INNOVACIÓN
MBL
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