Seis países latinoamericanos exigen a Venezuela restablecer el orden democrático
Un grupo de 6 países latinoamericanos firmaron este sábado, al margen de la cumbre del Mercosur en Brasil, una declaración donde exigen a Venezuela “restablecer” el orden democrático “por medios pacíficos” y garantizar el “respeto irrestricto a los derechos humanos”.
La declaración fue firmada por Javier Milei, presidente de Argentina, junto a sus homólogos de Paraguay, Santiago Peña, y Panamá, José Raúl Mulino. También contó con la participación de autoridades de Bolivia, Ecuador y Perú presentes en la cumbre del Mercosur, en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú.
Sin embargo, la declaración no fue firmada ni por Brasil ni por Uruguay, los dos miembros del Mercosur con gobiernos de tendencia progresista, ni siquiera por Chile, que estuvo representado en la cumbre como Estado asociado.
Profunda preocupación por la crisis en Venezuela
Durante la cumbre semestral del bloque, se debatió el tema Venezuela, pero debido a las diferencias entre Brasil y Argentina, toda mención fue excluida de la declaración final. Por ello, los 6 países mencionados optaron por publicar su propio texto en el que expresaron su “profunda preocupación por la grave crisis migratoria, humanitaria y social en Venezuela” e instaron a Nicolás Maduro a liberar de inmediato a todos los ciudadanos privados arbitrariamente de su libertad.
El comunicado no hace referencia al despliegue militar de Estados Unidos contra Venezuela y es más moderado que la postura defendida por Milei durante la cumbre de Foz de Iguazú, quien expresó su apoyo a la presión de Estados Unidos y Donald Trump para liberar al pueblo venezolano.
Llamado a la acción
Durante su discurso en la cumbre del Mercosur, Milei instó a todos los miembros del bloque a apoyar la posición de condena al régimen autoritario en Venezuela. En contraposición, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anfitrión del evento, alertó sobre los peligros de una intervención militar de Trump en Venezuela, calificándola como una catástrofe humanitaria y un grave precedente para toda Sudamérica.
En medio de estas posturas divergentes, la situación en Venezuela sigue siendo motivo de preocupación para la comunidad internacional. La presión política y diplomática sobre el gobierno de Maduro continúa en aumento, mientras se buscan soluciones pacíficas y democráticas para la crisis en el país caribeño.







