#MiVotoNoSeToca | El Heraldo de México

Deja de leer y prepárate. Defiende tu libertad, la de tus hijos y, de paso, la de tu ciudad. Consulta en redes sociales, hay más de 100 ciudades donde hay concentración. En la Ciudad de México se encuentra en el Zócalo de la ciudad, mientras que en el resto del país se encuentra en un lugar simbólico para sus habitantes. Frente al Plan «B» del gobierno federal y Morena, hay un plan «C»: el de Ciudadanos, en respeto a la Constitución, y en claro apoyo a la Corte, para que decida desde la Ley, no desde el Palacio Nacional.

El plan «B» surge una vez que el Presidente de la República no obtiene los votos suficientes en el Poder Legislativo para cambiar la Constitución Mexicana. Consiste en un paquete de modificaciones de hasta 400 artículos a diversas leyes, todas encaminadas a modificar el sistema electoral mexicano. Termina con la operatividad del Instituto Nacional Electoral (INE), anula el sistema de impugnaciones y abre la posibilidad de anular la elección, pues le roba certeza al proceso electoral.

El Plan “B” representa una pieza clave en la regresión autoritaria de México. No es propagar ni adivinar, es la experiencia internacional. Las regresiones autoritarias se expandieron como fenómeno político durante la primera década del siglo XXI. De 30 países que hicieron la transición a la democracia en la década de 1990 desde un régimen autoritario, 25 países regresaron «al pasado desde el futuro». El camino siempre fue electoral, nunca golpista. El vehículo era un partido político “nuevo”, “renovado”, con un discurso de transformación, pero carretadas de políticos a la antigua.

Las regresiones autoritarias fueron posibles porque quienes les precedieron en el poder montaron un régimen lleno de vicios y no lo transformaron. El fracaso de las consolidaciones democráticas se debe en gran medida a la inexperiencia de los primeros gobiernos alternos. A diferencia del fenómeno de las transiciones democráticas, donde hay una dosis de pactos y concertaciones, o de alternancia, en las que hay capacidad de intercambio -quien hoy está en la oposición, mañana gobernará y viceversa-, las consolidaciones democráticas exigen ruptura Consolidar un régimen de libertades requiere romper con las fuerzas antidemocráticas del pasado.

Empecé a estudiar este tipo de fenómenos alrededor de 2008, cuando el PRI daba señales de recuperación y el PAN se estaba perdiendo. Lo discutí con el líder nacional del partido en el poder, hoy Senador independiente, Germán Martínez Cázares. Juntos elaboramos una agenda para estudiar con mayor detalle este fenómeno que se veía como una amenaza para el país. La idea quedó en el tintero ante el desastre electoral de 2009 y su renuncia al frente de la dirección del Instituto Político. El único político en la historia del México contemporáneo con la dignidad de renunciar.

El verbo clave es DESTRUIR. Primero un aeropuerto, luego un presupuesto, en camino de aniquilar poderes (Congreso) y órdenes de gobierno (gobiernos estatales y municipios) de hecho, le toca al INE. Desmantelar el régimen de libertades que les permitió tomar el poder.

Si me seguías leyendo, sal a la calle. Únete a la plaza pública. Dile a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que estás para apoyarla, que decida libremente. El plan “B” es inconstitucional. Nadie por encima de la ley. Es lo que pedimos.

Mi voto no se toca, ni el tuyo, ni el de (nuestras) mis hijas.
Que así sea.

POR JUAN ALFONSO MEJÍA
DR. EN CIENCIA POLÍTICA Y ACTIVISTA SOCIAL EN FAVOR DE LA EDUCACIÓN
JUANALFONSO@UAS.EDU.MX
TWITTER: @JUANALFONSOML
IG: JUANALFONSOMEJIA
FB: JUANALFONSOMEJIA.MX

LSN

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