Molido y destruido por la vecina



Doctor Cariño:

Desde pequeño me gustó mi vecina y nunca me pescó. Se casó hace cinco años, y yo a mis treinta sigo enamorado en busca de alguien que me conquiste. Pero el problema ahora es que el sábado pasado caché que el marido le había pegado y escuché todo. Me pasé por la muralla y encaré al tipo, pero él me agarró y me dio la tremenda paliza. Terminé en la posta donde ella me fue a ver. Cuando abrí un ojo, la mujer me besó en la boca. Quedé loco y más enamorado. Y cuando me dieron el alta partí a su casa, es decir, al lado de la mía, y apareció ella diciéndome que estaba arrepentida de haberme dado ese beso y que amaba al marido golpeador. Estoy destruido y más adolorido que ocho. Y solo.

Mauricio.

Don Mauri:

Quiero decirle que me dejó muy triste con su carta, porque detrás de esta historia de amor suya hay un doloroso drama de violencia intrafamiliar, donde un enfermo ocupa a su esposa como una bolsa de boxeo. Creo que lo primero que debe hacer, más allá de su pena por no sentirse correspondido, es ir a la policía y denunciar a ese pelotudo golpeador. Después de eso espere con tranquilidad que de seguro le llegará otra mujer que lo ame y que se merece. Ahora, podría ocurrir el milagro de que la vecina se fuera a sus brazos. Después de todo igual le dio un piquito. Pero lo importante acá es la integridad de ella. Denuncie al tiro.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com



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