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Solo cuatro republicanos que compiten por la nominación presidencial de su partido subirán al escenario de un debate en Alabama el miércoles por la noche, mientras Donald Trump se salta una vez más el evento en horario estelar en el que probablemente Nikki Haley y Ron DeSantis competirán por el segundo lugar.
A Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, y a DeSantis, gobernador de Florida, se unirán el empresario de biotecnología Vivek Ramaswamy y el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, confirmó el Comité Nacional Republicano, después de que los cuatro candidatos alcanzaron sus umbrales de encuestas y donantes.
El evento en la Universidad de Alabama será el cuarto debate del ciclo electoral patrocinado por el RNC y se produce apenas seis semanas antes de los caucus de Iowa, el 15 de enero, que darán el pistoletazo de salida al proceso de primarias republicanas.
Es probable que los republicanos en el escenario discutan una vez más sobre política exterior, en un momento en que los miembros de su partido en el Capitolio están peleando por nuevos fondos para Ucrania e Israel.
Si bien los legisladores republicanos están divididos sobre la cuestión de si ayudar a Kiev y cómo hacerlo, han rechazado en gran medida una solicitud de la Casa Blanca de un amplio paquete de ayuda a menos que la administración Biden acepte sus demandas de tomar medidas drásticas contra la inmigración en la frontera entre Estados Unidos y México.
Trump, a quien las encuestas muestran que lidera el grupo por un margen significativo, se ha negado a participar en cualquiera de los cuatro debates del Comité Nacional Republicano. Se espera que el expresidente, que sigue siendo el claro favorito en la carrera, se reúna con donantes en Florida mientras se lleva a cabo el foro de Alabama.
Haley buscará capitalizar el impulso detrás de su candidatura a la Casa Blanca. En las encuestas, ocupa el segundo lugar detrás de Trump en los estados con votación anticipada de Iowa, New Hampshire y su estado natal de Carolina del Sur. Eso ha atraído la atención de donantes republicanos con mucho dinero que buscan una alternativa a Trump, así como de un puñado de donantes demócratas de alto perfil.
Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase, instó públicamente la semana pasada a los demócratas a apoyar a Haley en las primarias, argumentando que ella sería una mejor opción que Trump.
El martes, The New York Times informó que Reid Hoffman, fundador de LinkedIn y destacado donante demócrata, había donado 250.000 dólares a un súper Pac que apoya a Haley. Un asesor político de Hoffman confirmó más tarde al Financial Times que la donación se había realizado en las últimas dos semanas.
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El debate es otra oportunidad para que DeSantis reviva su agitada campaña. El gobernador de Florida alguna vez fue visto como el republicano mejor posicionado para desafiar a Trump por la nominación presidencial del partido, especialmente después de que logró la reelección por un margen de casi 20 puntos en las elecciones intermedias del año pasado.
Pero la candidatura presidencial de DeSantis ha tenido problemas desde que la lanzó en mayo de este año, y Never Back Down, el súper Pac que apoya su campaña para llegar a la Casa Blanca, ha estado plagado de luchas internas y disfunción en las últimas semanas.
Los funcionarios de campaña de DeSantis han desestimado la rotación en el super Pac, que ha visto la salida de dos directores ejecutivos y un presidente en el último mes, e insistieron en que el gobernador de Florida sigue concentrado en sus esfuerzos por ganarse a los votantes.
DeSantis ha centrado su campaña principalmente en Iowa, donde los votantes cristianos evangélicos constituyen una gran parte del electorado primario republicano. En las últimas semanas ha obtenido el respaldo de Kim Reynolds, el popular gobernador republicano del estado, y del influyente líder evangélico de Iowa, Bob Vander Plaats.