El informe también destacó que otros 118 niños fueron asesinados o mutilados en el mismo período. La representante especial, Virginia Gamba, resaltó en el informe que Colombia es uno de los países del mundo más afectados por explosivos escondidos desde la época del conflicto armado interno y pidió a los grupos armados cesar su uso indiscriminado. También pidió al gobierno colombiano reforzar las actividades de desminado.
En Colombia se está realizando una campaña de desminado. Un informe entregado por el gobierno a mediados de diciembre indicó que el 78% del territorio colombiano está libre de sospechas de minas antipersonal, aunque el peligro persiste. La Defensoría del Pueblo ha advertido que los niños de las zonas rurales tienen un riesgo especial de sufrir lesiones.
Las FARC y el gobierno colombiano firmaron un acuerdo de paz en 2016 que puso fin a medio siglo de conflicto armado. Sin embargo, varios grupos ilegales continúan usando la violencia para mantener el control de las rutas del narcotráfico.
El ELN es la última guerrilla activa en Colombia y con la que el Gobierno no ha podido retomar una mesa de diálogo desde enero de 2019.
La utilización de niños y niñas en el conflicto armado colombiano se ha dado en todos los niveles: han servido de apoyo logístico a los grupos armados, brindando información, transportando armas y drogas, y combatiendo.
Entre 1958 y 2020 se registraron más de 17.800 víctimas, según cifras públicas del estatal Centro Nacional de Memoria Histórica. Sin embargo, estas cifras podrían ser mayores. Según el juzgado de paz del país, las FARC habrían reclutado a 18.677 niños y niñas. Como parte de este reclutamiento, dijo en la corte, algunas menores fueron víctimas de abortos forzados y anticoncepción y violencia sexual.
El informe de la ONU del miércoles destacó que el desplazamiento forzado es otro problema grave que afecta a los niños. Las familias están huyendo de sus hogares debido a la amenaza de reclutamiento, especialmente en los departamentos de Arauca y Meta, según el informe.
La violencia sexual a menores en el periodo de estudio del informe afectó a 14 niños y los secuestros a 10, según la ONU. La organización, sin embargo, destacó que los episodios violentos en los que se ven involucrados niños se han reducido en Colombia tras el acuerdo de paz de 2016.