En el Evangelio de la Patria -como se denominó al Calendario Cívico de México- el 18 de marzo de 1938 representa un hito en la historia, que nos permitió preservar nuestra soberanía energética y, con ella, impulsar el desarrollo nacional, a tal grado que en On En muchas ocasiones, los ingresos petroleros llegaron a representar más del 40 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación.
El presidentey Lázaro Cárdenas podría lograr este éxito político dadas las condiciones internacionales que nos acercaron a la Segunda Guerra Mundial; Cárdenas entendió claramente los objetivos ideológicos, sociales y económicos de la Revolución Mexicana. Por tanto, esta celebración corresponde a todos los mexicanos, quienes reconocen en el gobierno cardenista el avance más importante en el proceso del México moderno.
Todos deberíamos celebrarlo, pero no como patrimonio de un grupo, de un gobierno o de un partido, es mucho más que eso, es el orgullo de tener una historia que —con luces y sombras— nos ha permitido preservar nuestro patrimonio nacional. destino.
Que bueno que lo celebre el presidente López Obrador, pero no como una concentración más de la absurda competencia de marchas y manifestaciones, arena en la que se resuelve la polarización nacional.
En efecto, en los últimos meses el “metro del aplauso público” se ha manifestado en diversas marchas de todo tipo, desde la defensa de los derechos feministas hasta el reclamo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que defienda la constitucionalidad de la ley electoral, u otras, como la reciente de familiares y militares retirados, cuyas demandas sorprendieron, pues parece una protesta de los militares contra sus superiores.
Salir a la calle constituye una forma de lucha social, que expresa derechos constitucionales y, sin mayores problemas, preserva la democracia. Estos derechos son la única forma de preservar el camino hacia el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, tal como lo establece el artículo 3 de la Constitución en la definición de democracia.
Por otra parte, el enfrentamiento interno entre partidos y agrupaciones políticas ha tenido consecuencias que pueden afectar a la institucionalidad nacional, pues el propio Presidente ha manifestado que su legado hacia el próximo gobierno tendrá, entre otros objetivos, la desaparición de los órganos constitucionales autónomos. que son, sin duda, formas jurídicas que permiten el equilibrio de Poderes y el buen funcionamiento de la nación.
El último caso, al objetar las dos propuestas del Senado para cubrir las vacantes de comisionados en el INAIaunque se funda en sus facultades constitucionales establecidas en el artículo 6 de la Carta Magnadestroza la obra política del senador ricardo monreal, que alcanzó —en momentos tan críticos— una mayoría calificada de dos tercios de los legisladores presentes para estos nombramientos. Tras la objeción presidencial, será difícil obtener la mayoría de tres quintos que establece el citado precepto y, en consecuencia, la viabilidad del INAI, actor clave en la defensa de los derechos personales y, sobre todo, de la transparencia en información pública.
Está claro que López Obrador no quiere al senador morenista como candidato a la presidencia; es hora de que Monreal tome definiciones sobre su destino personal y sus legítimas ambiciones políticas, dada su vasta trayectoria.
No es el pueblo el que cuenta en este momento, sino las instituciones las que están en peligro y las que afectan el destino democrático. Aprendamos la lección de Cárdenas, creador de instituciones y verdadero patriota.
POR ALFREDO RIOS CAMARENA
PROFESOR DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM
PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)
VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA
MAÍZ
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