El nuevo esquema energético se está imponiendo a los bancos españoles bajo las directrices de las autoridades europeas, que quieren que se adapte a los criterios más extendidos en el panorama europeo.
Cada vez hay menos bancos en España como consecuencia del proceso de concentración que se está llevando a cabo y en el que, al menos los supervisores, esperan que sigan surgiendo nuevos actores. Al finalizar el curso 2020/21, cuatro entidades han tenido un papel protagonista
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