Un agua para cada ocasión. O acompañar una comida en el restaurante Disfrutar (dos estrellas Michelin) o llenar la cesta de la compra semanal en el supermercado. Aigua Sant Aniol, la empresa de la familia Bassols fundada en 1993 en el parque natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, afronta una nueva etapa de la mano de Andreu Galindo en la que quiere sacar el máximo partido a su oferta de productos. Y lo hará centrándose exclusivamente en el agua mineral.
Las novedades lanzadas anteriormente no han calado del todo, como la incursión en cosmética que probaron el año pasado con la elaboración del agua micelar para el rostro. “Nuestra singularidad es el agua mineral de origen volcánico, somos de las pocas aguas que se exportan al exterior porque tenemos un producto único, y queremos potenciar ese valor”, afirma Galindo, que ha asumido la dirección general de la empresa hace dos meses. –Anteriormente trabajó para Danone o Codorníu–.
Consolidar el sector premium
Consolidar el sector premium, ganar presencia y cuota en la gran distribución y potenciar el mercado internacional son las tres palancas con las que la compañía quiere crecer. “Pero de forma rentable y segura”, matiza Galindo.
Tras la crisis del covid, Sant Aniol ha recuperado las ventas, con un aumento tanto en volumen como en precio debido al aumento de costes. El año pasado ingresaron diez millones de euros, un 25% más que en 2021, y para el presente año esperan otro salto en la facturación.
La empresa familiar Bassols factura diez millones y asegura que la sequía no afecta a su producción
Aquí ha jugado un papel importante la presencia en restaurantes de alta gama, lo que les ha permitido seguir aumentando las ventas a pesar de la inflación –Sant Aniol ya está servido en las mesas de medio centenar de restaurantes con estrella Michelin–.
También la presencia internacional. Obtiene el 10% de sus ingresos de mercados exteriores, como Estados Unidos, Canadá, Japón, China o Corea del Sur, mientras que el 90% restante procede básicamente de las ventas en Cataluña y Baleares. La expansión por el resto de España está entre sus objetivos.
El 10% de la facturación procede del extranjero
Entre los proyectos para este año, Galindo destaca la inversión de un millón de euros para modernizar su planta de embotellado y la unidad de vidrio, donde se producen unos 52 millones de litros de agua al año. Allí prueban nuevos tipos de botellas de vidrio, de mayor duración y reutilizables. También desarrollan envases de plástico reciclado para adaptarse a la nueva legislación medioambiental.
La sequía que sufre Cataluña desde hace meses no ha afectado a su capacidad, asegura el director general. “Nuestra agua tiene un ciclo largo –subraya– y tenemos suficientes reservas en el acuífero”.