Esto podría usarse en el tratamiento de enfermedades de la piel como la dermatitis atópica y la epidermólisis ampollosa, así como en los campos de la cosmética y la nutrición.
Hoy en día, cannabidiol es un componente estrella, no solo en el mundo de la cosmética, sino también en la farmacéutica y la nutrición por sus propiedades antioxidantes y su potencial terapéutico. Es una molécula natural que proviene del cannabis medicinal y que, a pesar de derivar de él, no es un compuesto psicoactivo, por lo que no tiene ningún efecto sobre el sistema nervioso.
A pesar de sus ventas exitosas, aún no sabemos cómo actúa el cannabidiol sobre las diferentes células de la piel para liberar sus antioxidantes. Una asociación de colaboración con la Universidad de Córdoba y la Universidad de Dundee demostró por primera vez que el cannabidiol induce la expresión de la hemo oxigenasa 1, una enzima con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, en las principales células de la capa superior de la piel. llamados queratinocitos. Esto se hace reduciendo o silenciando la proteína que la suprime, conocida como BACH1.
“Una vez descrito todo el mecanismo de trabajo, hemos continuado nuestra alianza, realizando modificaciones a la molécula de cannabidiol para tratar de mejorar sus propiedades de lucha contra las enfermedades de la piel”, explica el profesor de Inmunología Eduardo Muñoz, responsable del BIO- 304 Grupo de investigación “Inmunofarmacología y Virología Molecular” de la Universidad de Córdoba.
Por ello, el equipo de investigación internacional diseñó nuevas moléculas que, además de inhibir la proteína BACH1, activan la proteína NRF2. Esta proteína controla la forma en que se expresan ciertos genes. Estos genes específicos ayudan a proteger las células frente al estrés oxidativo como el HMOX1, el que codifica la hemo oxigenasa 1, pero también muchos otros que funcionan independientemente de BACH1.
Entonces, las moléculas de nuevo diseño que se derivan del cannabidiol tienen una doble actividad antioxidante: por un lado, suprimen BACH1 y con él, inducen la expresión de la hemo oxigenasa 1 y por otro, activan NRF2, que también induce la expresión de hemo oxigenasa 1, además de otros genes antioxidantes. “Al combinar la inhibición de BACH1 con la activación de NRF2, el resultado es una respuesta antioxidante y antiinflamatoria muy potente y mejores efectos terapéuticos”, dice Eduardo Muñoz.
Este mecanismo de acción es muy interesante para tratamientos de enfermedades de la piel como la dermatitis atópica y la epidermólisis ampollosa, una enfermedad muy rara sobre la que hay poca investigación. Además, esta molécula tiene un gran potencial para ser utilizada en cosmética debido a sus propiedades antioxidantes.
Además de la Universidad de Dundee en Escocia y la Universidad de Córdoba, las empresas Emerald Health Biotechnology, en el campo del desarrollo de nuevos medicamentos, e Innohealth Madrid (adquirida por Evonik Industries AG), especializada en dermocosmética elaborada a partir de ingredientes naturales. , también han colaborado en esta investigación. Ambas empresas nacieron a partir del grupo de investigación BIO-304 de la Universidad de Córdoba.
A partir de estos estudios, el equipo de investigación continuará modificando las moléculas para mejorar sus propiedades y, más adelante, realizar estudios en modelos animales para comprender su potencial terapéutico para enfermedades de la piel y otras enfermedades inflamatorias.
Referencias:
“O-metilcannabidiolquinonas isoméricas con actividad dual BACH1 / NRF2” por Laura Casares, Juan Diego Unciti-Broceta, Maria Eugenia Prados, Diego Caprioglio, Daiana Mattoteia, Maureen Higgins, Giovanni Apendino, Albena T. Dinkova-Kostova, Eduardo Muñoz y Laureanode la Vega, 22 de agosto de 2020, Biología redox.
DOI: 10.1016 / j.redox.2020.101689
“El cannabidiol induce vías antioxidantes en los queratinocitos al dirigirse a BACH1” por Laura Casares, Víctor García, Martín Garrido-Rodríguez, Estrella Millán, Juan A. Collado, Adela García-Martín, Jon Peñarando, Marco A. Calzado, Laureano de la Vega y Eduardo Muñoz, 5 de septiembre de 2019, Biología redox.
DOI: 10.1016 / j.redox.2019.101321