La pintura del auto es una de las cuestiones que más se valora a la hora de vender o comprar un auto usado. Aunque mecánicamente el vehículo esté muy bien, si tiene detalles en la carrocería perderá valor. Inevitablemente, cualquier rayón será motivo de rebaja. Acá, una serie de ítems a tener en cuenta para mantener la carrocería de tu fierro reluciente e inmaculada.
1) Excremento de pájaro: es corrosivo y provoca manchas en la carrocería. Hay que evitar estacionar debajo de árboles. Para lavarlo, se recomienda utilizar un paño de microfibra con agua. No se debe raspar en seco.
2) Lluvia ácida: puede dañar la pintura porque contiene gases y partículas (como azufre y nitrógeno) de la atmósfera. Por eso siempre es recomendable lavar el auto cuando la lluvia termina.
3) Granizo: la caída de cubitos de hielo pueden abollar la carrocería y perjudicar la pintura, ya que podría provocar filtraciones de agua y una consecuente oxidación.
4) Aire de mar: el contacto con el aire de las zonas costeras puede crear corrosión.
5) Temperaturas extremas: el frío puede perjudicar al barniz y el calor, cambiar el tono del color.
6) Productos de limpieza inadecuados: se recomienda utilizar productos con PH neutro para lavar el auto. En cuanto a los paños, es mejor recurrir a uno de microfibra.
7) Combustibles: es importante comprobar, una vez que finaliza la recarga, que no hubo salpicaduras de nafta o diésel en la pintura. Si esto sucede, inmediatamente se debe lavar con agua y jabón suave.
8) Sol directo: En lo posible intenta siempre dejar tu auto a la sombra, aunque no se note a simple vista los efectos del sol son muy perjudiciales para la pintura y los plásticos de tu auto.