«Ojalá fuera una pesadilla y no me estuviera yendo del Sevilla»

Ramón Rodríguez ‘Monchi’, director deportivo que dejó el Sevilla hace una semana para fichar por el Aston Villa inglés, declaró este viernes, en su despedida del club hispalense, que «espero que» su marcha «sea una pesadilla», lo que significaría que no lo haría «sería salir de aquí».

«Esto es una pesadilla y alguien me va a venir a pellizcar para demostrarme que esto no es real, que no me voy del Sevilla. No me quedan lágrimas que derramar. Desgraciadamente es una realidad y voy a contar los motivos». Me voy a defender mi imagen y mi integridad”, dijo Monchi visiblemente emocionado en un acto organizado por el club en la antesala del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán con la presencia, entre otros, del presidente de la entidad, José Castro.

El técnico gaditano de San Fernando consideró que «es justo que cuente» lo que le ha movido a marcharse «porque si no, no sería capaz de mirar a la cara a la gente» que ha sufrido a su lado «durante este tiempo tan complicado». temporada”, aunque pidió que “nadie se atreva a usar lo que hoy se dice aquí como arma arrojadiza o para agredir a nadie”.

Monchi resumió, antes del turno de preguntas de los periodistas, su postura con la intención de «dejar bien claras tres cosas», que su «voluntad no era marcharse del Sevilla» sino que se va «por respeto al Sevilla y no por dinero». . , ya que sus emolumentos en Birmingham «serán más o menos iguales» que en la capital andaluza, aunque habrá que descontarle «lo que ha pagado el Aston Villa para resolver» su contrato.

Necesito unas armas que no iba a tener

En su larga lista de agradecimientos, el ejecutivo ha querido hacer «uno muy especial a la afición de Gol Norte», donde se sientan los más radicales, «porque cuando más ha llovido, y ha llovido tela, esa bandera» con su «cara no ha dejado de agitarse», lo que «le enorgullece mucho», porque «si no hubiera sido director deportivo, hubiera sido un ultra del Sevilla».

Monchi ha explicado que su marcha se debe a la intención de los dirigentes de «modificar el modelo» de gestión deportiva con «otra idea que ojalá funcione mejor» pero que lo suyo es ser «un referente» en todo, «en la gestión del el día a día», faceta en la que es «bueno», no tanto «en fichar jugadores», para lo que confía más en su equipo de trabajo.


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“Un billardista como yo piensa que los éxitos están en los pequeños detalles. Si el club considera que hay que cambiar algunas cosas, que es legítimo, mejor no seguir. Necesito unas armas que no iba a tener. Para bien y para mal soy Monchi. Si no era cien por cien como soy, mejor no serlo. Lo fácil era ser la mitad de Monchi, cobrando como Monchi completo, pero no fue así. No es justo», dijo.

El técnico gaditano recordó que «en 2019», cuando volvió tras dos años en la AS Roma, «era la persona más feliz del mundo. Tenía un preacuerdo con el Arsenal para ganar tres veces más pero llegó a casa convencido» de que sería su último destino laboral.

El Sevilla sigue en muy buenas manos

Añadió que ha «luchado internamente hasta el último segundo por seguir en el Sevilla. El pasado miércoles por la mañana estaba convencido de que me quedaría en el Sevilla» pero el viernes anunció su marcha, lamentó Monchi.

Una vez decidida su separación, su «primera idea era ir a San Fernando a descansar cinco o seis meses, vivir un poco sin la presión del domingo», pero que «aparecía el proyecto del Aston Villa, que está creciendo y hay un persona -Unai Emery, entrenador con el que estuvo cuatro años en el Sevilla-”, que “le ha animado a ir”.

Con todo, Monchi opinó que «el Sevilla está en muy buenas manos», ya que «la contratación de Víctor Orta es un gran acierto», aunque con su sucesor es «poco objetivo porque» son «amigos después de haber vivido juntos durante siete años», entre 2006 y 2013, cuando el técnico madrileño trabajó a sus órdenes en el conjunto hispalense.

El acto lo abrió el presidente del Sevilla, quien destacó que Monchi es «historia» del club y que se merecía irse «por la puerta grande» en una despedida en su casa, en relación al estadio Sánchez-Pizjuán.


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